Gareth Bale tiene claras sus prioridades en lo que al deporte se refiere. Si bien el ondeo y lucimiento de la famosa bandera galesa con el lema «Gales, golf, Madrid. En ese orden», quizá no deba tomarse al pie de la letra, sí es cierto que el futbolista siempre ha priorizado la actividad con su selección, un pilar fundamental de su vida profesional. Así las cosas, después de muchos años sale a la luz la advertencia del futbolista a su representante, el conocido Jonathan Barnett, en una de sus primeras citas juntos.
Barnett sacó entonces a la palestra la opción de que Bale no jugara por Gales y lo hiciera defendiendo los colores de Inglaterra, algo que le daría mucho más caché en el futuro. La respuesta del futbolista, desvelada por su agente, dejó las cosas claras. «Desde el primer día que le conocí a él ya su padre, nos dijo lo especial que era Gales para él. Cuando hablamos con él, tenía la posibilidad de jugar para Inglaterra. Y dijo: ‘¡Nunca vuelvas a decir eso si quieres ser mi agente!’ Es un fanático de Gales. Si llega a la Copa del Mundo, creo que será su gloria suprema», contó Barnett.
Bale debutó el 27 de mayo de 2006 con Gales, ante Trinidad y Tobago, con sólo 16 años. Entonces jugaba en las categorías inferiores del Southampton, donde era la gran promesa del club, y posteriormente ficharía por el Tottenham Hotspur, donde se mantuvo hasta su llegada al Real Madrid. En ninguno de estos pasos tuvo problemas por defender los colores de Gales.
La última demostración de la predilección de Bale por la selección de Gales se pudo comprobar con la llamada del seleccionador Robert Page para los encuentros ante Bielorrusia (sábado, 20:45) y Bélgica (martes, 20:45), en los que el equipo británico puede confirmar su pase al Mundial de Qatar. Esta convocatoria llega tras más de dos meses de baja por lesión con el Real Madrid, algo que no impedirá, si las sensaciones son buenas, que reaparezca con el combinado nacional.