La inminente eliminatoria de Champions en el Real Madrid ha desatado un inesperado alto el fuego en el vestuario del PSG. Ha estallado la paz en París entre los dos clanes del equipo de Pochettino, que vivirá unos días de tregua. Eso sí, si el equipo de Ancelotti les elimina, volverán a desatarse las hostilidades en el vestuario de fútbol con más egos del mundo.
«El ambiente del PSG hay dos bandos enfrentados, el hispano con Neymar y Messi y el francófono con Kimpembe, Mbappé, Kurzawa, etc. Me cuentan que ese enfrentamiento que lleva meses en el punto álgido lo han dejado de lado para centrarse y unirse en esta eliminatoria. Nadie confía tampoco en el entrenador y ese es otro lío», explicó Eduardo Inda sobre el ambiente del vestuario del equipo francés.
La llegada el pasado verano al PSG de los dos capitanes del Real Madrid y del Barcelona alteró sustancialmente el equilibrio de poder en el vestuario del equipo de Pochettino. Ya no había dos reyes (Neymar y Mbappé) sino cuatro, porque tanto Sergio Ramos como Messi son jugadores a los que nunca les ha pesado la presión y de los que cuando hablan en la caseta, el resto escucha.
Por si eso fuera poco la situación de Mbappé, que ha rechazado hasta seis ofertas de renovación del PSG y tiene un pacto para fichar por el Real Madrid este verano, también generaba división dentro de la plantilla de un equipo con demasiadas estrellas y con un entrenador como Pochettino más acostumbrado a trabajar con jugadores de clase media que con los cracks que acaparan portadas, followers y Balones de Oro.
La realidad es que el vestuario del PSG está dividido en dos clanes. Por un lado, los jugadores de habla hispana, la mayoría sudamericanos y que o frisan o superan la treintena: Keylor Navas, Neymar, Messi, Di María, Sergio Ramos, Ander Herrera, Icardi o el capitán Marquinhos. Por otro, los más jóvenes, mayoritariamente franceses o francófonos, liderados por Mbappé: Achraf, Kimpembe, Diallo, Kurzawa, Neves y Donnarumma.
Guerra fría en el PSG
La guerra fría en el vestuario del PSG ha sido constante durante toda la temporada… incluso en las victorias. Pero ahora la llegada del Real Madrid lo acalla todo. Los jugadores son conscientes que están ante una oportunidad única para dar un paso al frente en la Champions, la deuda pendiente del club y el anhelo del todopoderoso emir de Qatar y su enviado Al-Khelaifi.
Por eso durante las semanas que dure el doble enfrentamiento de Champions ante el Real Madrid quedará aparcado el debate de la portería del PSG, la renovación de Mbappé, el relevo de Pochettino por Zidane, la aportación de Messi, las lesiones de Sergio Ramos o la azarosa vida de Icardi. Todos se han comprometido a pensar sólo en cómo eliminar al rey de la Champions.
Esperemos que fracasen.
