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CHAMPIONS: REAL MADRID VS WOLFSBURGO

¡A Zidane se le rompió el pantalón con la emoción de la remontada!

Zinedine Zidane vivió de manera activa la remontada del Real Madrid frente al Wolfsburgo que dio al equipo madridista el pase a las semifinales de la Champions League. La victoria de los blancos por 3-0 no solo se celebró en la grada, sino también en un banquillo liderado por el técnico galo, que sufrió durante 90 minutos hasta ver el objetivo cumplido.

Concentrado, callado, con las palabras justas. Así vivió Zidane los instantes previos al inicio del partido, después de una charla táctica en la que transmitió a los once elegidos su planteamiento para derrotar al Wolfsburgo. El conjunto alemán se encerró sin balón y esto dio algo de tranquilidad al banquillo blanco en el inicio, a la vez que se ansiaba un gol que comenzara a encarrilar la remontada.

La locura no desconcentró a Zidane

El entrenador merengue celebró el primer tanto de Ronaldo con rabia pero de manera comedida, consciente de que la misión del Real Madrid no había hecho sino empezar. La euforia se desató con el segundo tanto del ‘7’, menos de dos minutos después, pero aún quedaba mucho trabajo.

Fueron los minutos posteriores al doblete de Ronaldo en los que se vio un Zidane más activo. El máximo responsable del juego del Madrid no quiso que hubiese una relajación del equipo tras ver como lo más difícil había pasado, y abroncó a varios de sus jugadores después de acciones desacertadas de colocación y decisión en el campo. Una falta peligrosa de Carvajal al borde del área escenificó esta intensidad, captada por las cámaras de televisión.

El descanso dejó muchas cosas que corregir, pues el juego no había sido el mejor a pesar del 2-0. No hubo cambios al descanso y Zidane decidió seguir con Casemiro, fundamental para defender las transiciones del Wolfsburgo, a pesar de que el Real Madrid adolecía de algo más de pausa en la posesión.

Zidane da órdenes a Cristiano contra el Wolfsburgo. (EFE)

Muchos nervios hasta el final

El marcador estaba estancado y por momentos se pasó algo de miedo en el Santiago Bernabéu con las internadas por banda de laterales y extremos germanos. La tranquilidad habitual en Zidane continuó en su rostro, pero su figura destapó los nervios, comenzando a moverse por el área técnica e incluso tratando de ayudar a sus jugadores a recortar tiempo yendo a buscar el balón cuando salía por banda cerca de su posición.

Faltaba el último gol, pero Cristiano Ronaldo, el gran héroe de la noche, logró el definitivo 3-0 en el minuto 77, para alegría del banquillo merengue y de Zinedine Zidane, que en cambio no quiso que la euforia le superase, consciente que quedaba la última labor, la de la gestión de unos cambios que debían arañar minutos al encuentro y dotar de una mayor presencia física en el campo para el equipo merengue. La emoción de la remontada acabó por desgarrar el pantalón del entallado traje del técnico. 

Las entradas de Jesé por un agotado Benzema y de Varane, formando una muralla en el doble pivote con Casemiro, terminaron de atar un encuentro y una eliminatoria que permitió a Zizou volver a saborear las mieles de una gran remontada en Champions League con el Real Madrid. Los abrazos en el campo al finalizar el encuentro fueron en su mayoría para Ronaldo, pero los miembros del banquillo merengue no dudaron en celebrar con un esta vez sí visiblemente feliz Zidane, el otro gran protagonista de esta eliminatoria.