BARCELONA VS REAL MADRID

Zidane copiará el planteamiento de Mourinho en el Camp Nou

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Zidane mira a Mourinho en una rueda de prensa en Londres. (AFP)

El Real Madrid no consigue ganar en el Camp Nou desde que Mourinho abandonara el banquillo blanco. La última victoria blanca en can Barça data del 26 de febrero de 2013, cuando el conjunto merengue venció a los azulgrana en su propio estadio en la vuelta de las semifinales de la Copa del Rey (1-3) después del 1-1 de la ida. Ahora Zidane se ha repasado los vídeos de cómo jugaba el Madrid de Mou y cree que esa es la mejor manera de ganar al Barça: defensa adelantada, presión alta y juego directo y vertical.

Dos han sido las visitas que ha hecho el Real Madrid al feudo azulgrana desde esa fecha y en ambas, con Ancelotti en el banquillo, el resultado ha sido el mismo: 2-1 en contra, a pesar de que el equipo madridista pudo haber puntuado en alguno de ellos, pero la falta de cintura del italiano en el banquillo acabó perjudicando a su equipo.

Mourinho llegó al Real Madrid después de hacer campeón de la Champions al Inter de Milán 45 años después. La hazaña que hizo en el Oporto años atrás volvía a repetirse y se le presentaba la oportunidad de entrenar en España.

Florentino Pérez tenía una clara misión para él: que volviera a hacer al club blanco un grande en Europa y, del mismo modo, equilibrar el dominio absoluto que tenía el Barça en territorio nacional con Guardiola como homólogo rival. Sin embargo, su debut en el Camp Nou con el Real Madrid no pudo ser peor. El Pep Team pintaba la cara a sus pupilos con un 5-0 –manita de Piqué incluida– que hizo a Mourinho recapacitar sobre la forma de jugar al eterno rival de los blancos. La idea de meter a todos los jugones le salió rana.

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El Madrid cayó 5-0 en el debut de Mou en los Clásicos. (Getty)

El once elegido por The Special One en ese día que marcó un antes y un después fue el formado por: Casillas; Sergio Ramos, Carvalho, Pepe, Marcelo; Xabi Alonso, Khedira; Di María, Cristiano, Özil; y Benzema.

De este modo no se rompía tampoco la estadística desalentadora que indica que desde la temporada 2008-09 todos los entrenadores han perdido en sus estrenos con el Real Madrid en el Camp Nou. El último en conseguir llevarse la victoria de la Ciudad Condal en su primer desplazamiento fue Bernd Schuster (0-1).

El trivote como solución en el primer año

Unos meses después, el sorteo de semifinales de la Champions League deparaba cuatro Clásicos en poco más de 15 días, con el choque el liguero y la final de la Copa del Rey. Mourinho estaba ante la oportunidad de resarcirse del batacazo anterior y tenía un plan secreto que sorprendió a propios y extraños.

El primero de este serial de enfrentamientos se iba a producir en la competición doméstica. Mou alineaba un trivote con Pepe como eje central encimando la salida de balón del Barça con Xabi Alonso y Khedira como sus escuderos.

El sacrificado en el once iba a ser Özil, con lo que Albiol iba a ocupar el puesto de central que dejaba el portugués estando en la medular, dejando un 4-3-3 como sistema (frente al 4-2-3-1 anterior). El experimento no iba a salir mal del todo, ya que conseguían empatar un partido que tenían perdido jugando con uno menos casi toda la segunda parte (1-1). La semilla ya estaba plantada.

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Pepe jugó de mediocentro la final de Copa. (Getty)

La prueba de la verdad iba a ser en Mestalla, con un título de por medio. Mourinho volvía a repetir la fórmula del trivote y la sanción de Albiol desplazaba a Sergio Ramos al centro de la defensa y a Arbeloa al flanco derecho. Arriba, Özil volvía a ser titular y esta vez Benzema era el damnificado, con lo que Cristiano ya empezaba a actuar como nueve.

El resultado se iba a mantener igualado hasta la prórroga, cuando un Ronaldo se elevó por encima de Adriano para, con un preciso cabezazo, llevar la Copa a la capital de España. Zidane sabe que Casemiro debe ser el Pepe que tan buen resultado dio. 

Sin embargo, la sed de revancha en el Barça iba a ser evidente con el doble enfrentamiento de Champions que se avecinaba. Mou repetía esquema con Albiol sustituyendo a Carvalho en el centro de la zaga y Lass por Khedira como principales novedades en el Real Madrid. La expulsión del hombre clave en los dos encuentros anteriores, Pepe, iba a significar que la victoria azulgrana en el Bernabéu significaba medio pase a la final (0-2). Hasta la roja el resultado era de 0-0 y el Barça no había inquietado a Casillas.

Ya en la vuelta, el equipo merengue intentó sobreponerse con la vuelta del doble pivote (Lass y Xabi Alonso) y un frente de ataque muy ofensivo (Di María, Kaká, Cristiano e Higuaín). El gol de Pedro a la vuelta del descanso no evitó que el Madrid diese la cara hasta el minuto 90 y pudiera al menos empatar ante el runrún de la grada del Camp Nou, que ya no se veían tan superiores como meses atrás.

El doble pivote para ganar la Liga

Meses después volvía la competición con la Supercopa de España que enfrentaba a Real Madrid y Barça. Mourinho, en su segundo año al frente del primer equipo, esta vez volvía a colocar a Pepe de central. Y así regresaba el doble pivote (Xabi Alonso-Khedira) y un Benzema que empezaba a hacerse con el sitio de delantero centro en detrimento de Higuaín. Ese trofeo sería azulgrana por una ventaja mínima (2-2 y 3-2).

Ya en Liga se iba a hacer evidente que este sistema no funcionaba ante el Barça (al menos en el Bernabéu) con otra derrota más (1-3) y un Coentrao actuando de lateral derecho y Lass acompañando a Xabi Alonso en la medular como cambios significantes.

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A Mou le funcionó la pareja Xabi-Khedira para ganar la Liga. (Getty)

Esto hizo volver a recapacitar a Mourinho, que en cuartos de final de la Copa del Rey volvió al trivote que tanto daño había hecho a Guardiola, pero sin los resultados esperados. La ida en el Bernabéu, en el que colocó a Altintop en la derecha y a Lass junto a Xabi Alonso y Pepe en el centro del campo, no dejó buenas sensaciones a la afición blanca para la vuelta (1-2).

En el Camp Nou, Mou se dejó de experimentos en el lateral diestro y puso a Arbeloa, con Coentrao (que ya le había ganado la partida en las grandes citas a Marcelo) en la otra banda. El doble pivote regresó (Alonso y Lass), lo que dejaba todo el arsenal ofensivo para intentar la remontada que no se consiguió por la falta de puntería y una actitud arbitral más que casera (2-2).

El calendario de principio de temporada había determinado que el Real Madrid visitara territorio hostil en las últimas jornadas de Liga, con una ventaja blanca en la clasificación pero con el Barça motivado tras los últimos resultados entre ambos. Mourinho seguía en su idea de no dar todo por hecho y esta vez el doble pivote en un 4-2-3-1 valía para sumar a una victoria (1-2) que a la postre iba a ser definitiva para el campeonato liguero.

Tercer año triunfal… contra el Barça

El técnico portugués afrontó su tercera temporada al frente del Real Madrid después de un balance el año anterior con sensaciones encontradas ante su eterno enemigo, el Barça, a pesar de la Liga de los récords.

La Supercopa de España volvía a deparar este duelo, que esta vez se llevó el conjunto de Mou por diferencia de goles (3-2 en el Camp Nou y 2-1 en el Bernabéu) con una ida con Callejón como novedad y una vuelta con la fórmula que había funcionado en Barcelona (4-2-3-1). Enfrente ya no estaba Guardiola, si no un Tito Vilanova con el que ya había tenido una polémica en la anterior edición de esta competición.

Otros cuatro enfrentamientos iba a haber esa campaña más (dos en Liga y las semifinales de Copa). El Madrid visitaba de nuevo el Camp Nou y logró un meritorio empate en un duelo Messi-Cristiano (2-2) y Marcelo volviendo al flanco izquierdo.

En el torneo del KO, la ida en el Bernabéu (1-1) dejaba todo por decidir para la vuelta, con algún experimento más de Mou como poner a Essien de lateral derecho (ya había jugado con él en el Chelsea) y confiando en Callejón de nuevo, con el debate Iker-Diego López candente como la marginalidad a Pepe. En la vuelta en el Camp Nou, The Special One logró la victoria más contundente en toda su estancia en Madrid (1-3), demostrando que este Barça necesitaba de una renovación y de nuevo con el tridente de ataque con Higuaín en la punta de estos.

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Mourinho dio con la tecla para ganar al Barcelona. (Getty)

Mourinho, ya a sabiendas de que no iba a continuar la próxima temporada, se despidió en este particular duelo con una victoria (2-1) con la Liga muy lejos y con la presencia en el once de hombres menos habituales como Morata, que empezaba a dar sus primeros coletazos de buen futbolista.

Y así, los 14 Clásicos disputados desde el ya mencionado 5-0 en contra con The Special One se cerraban con este balance: cinco victorias, cuatro derrotas, cinco empates (21 goles a favor y 20 para el Barça).

Pese a que la Liga es prácticamente inalcanzable (diez puntos y el goal average casi perdido) no es excusa para que Zidane se estrene por todo lo alto en el área técnica del estadio azulgrana. El orgullo y la motivación para seguir con el ánimo por todo lo alto en la Champions son dos de los factores con los que ha jugado el francés esta semana, con el sueño de la Undécima Copa de Europa en el horizonte. Mou enseñó como es posible ganar al Barcelona y Zidane ahora quiere imitarle.

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