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Champions League: PSG-Barcelona

Xavi se doctora en París

Xavi Hernández ganó la batalla a Luis Enrique en el PSG-Barcelona con una meritoria victoria por 2-3 en el Parque de los Príncipes. El técnico español sorprendió a Luis Enrique con un modelo de juego muy alejado del ‘made in’ Barça, pero de lo más efectivo. Juego directo y goles, lo importante en Europa y no imponer por decreto un tiki-taka obsoleto y aburrido. El conjunto azulgrana desesperó a Mbappé, que decepcionó a más de uno con su incomparecencia.

Luis Enrique sorprendió con Marco Asensio, un ex madridista y todo un experto en hacerle goles al Barcelona en su etapa en el Real Madrid. De ahí que se pueda entender ese ‘plus’ de motivación del balear para intentar hacerle daño a los de Xavi Hernández. En una banda estaba Dembélé, en la otra Mbappé y en el centro, de falso nueve, el español.  Ahí estaba el peligro y en las botas de esos tres jugadores se debía el PSG para irse con ventaja en la ida.

Pero quien tuvo la primera ocasión clarísima del partido fue para el Barcelona. Desconexión total de la defensa en el minuto 5. De Ter Stegen a Raphinha. Así de fácil. El extremo brasileño se presentó sólo ante Donnarumma, pero el portero italiano estuvo atento para quitarle el balón cuando se disponía a silencia el Parque de los Príncipes. 

Aunque a decir verdades, esa ocasión fue un espejismo. El Barcelona se vio acorralado por el PSG, que tocaba la pelota a su antojo y con el equipo de Xavi entero muy replegado. Pero otra verdad es que el conjunto parisino no tenía ninguna ocasión clara. Era simplemente dominio en la posesión y poco más.

Pero poco antes del minuto 20 Barcelona le echó coraje y se fue hacia adelante. Raphinha recibió el balón en la frontal del área, encaró a Marquinhos y disparó. El balón se fue a córner y fue ahí cuando el conjunto azulgrana dejó helado al Parque de los Príncipes. Gündogan botó el córner y Lewandowski, de cabeza, estuvo a milímetros de hacer el primero, pero Nuno Mendes despejó la pelota sobre la línea. Donnarumma había salido a por uvas y ni estaba ni se le esperaba para salvar el cabezazo del polaco.

En un momento de inspiración, el Barcelona fue cuando tuvo su momento arrinconando ahora al PSG a base de juego directo. Raphinha lo intentó  en el 23′ desde fuera del área, pero esta vez sí que estaba Donnarumma para despejar el disparo a córner. Los de Luis Enrique estaban sufriendo. Y mucho. Algo lógico de la Champions League.

Raphinha silencia París

Y con total merecimiento, los de Xavi Hernández se adelantaron en el marcador. Un equipo, que ha gastado millones y más millones de euros, con el grifo abierto de los petrodólares, se presentó en estos cuartos de final sin ganas, sin fútbol y sin ambición por vencer a un Barça defenestrado en Europa. Cubarsí filtró un gran pase a Lewandowski, que se dio la vuelta, abrió en la banda a Lamine Yamal y este no dudó en centrar con el exterior dirección Lewandowski. Y quién sabe las intenciones de Donnarumma, que salió más del punto de penalti a coger el balón y lógicamente no lo consiguió. Raphinha, a placer y con la diestra, envió el balón al fondo de la red sin portero. 0-1 y el Parque de los Príncipes se enmudecía.

Y así nos fuimos al descanso. El 0-1 era la mejor noticia para el PSG, que ni se había presentado al encuentro salvo los primeros 15 minutos de partido…Después, incomparecencia total de los de Luis Enrique. El entrenador asturiano iba a tener que cambiar muchas cosas si quería darle la vuelta al marcador.

Asensio se queda en el vestuario

Y eso hizo Luis Enrique. Dejó en el vestuario a Asensio para dar entrada a Barcola. El español sabía que se había equivocado y reaccionó a tiempo. Una reacción que tuvo su efecto inmediato con el gol de Dembélé en el 47′. El Mosquito picó, y fuerte, con un disparo potentísimo donde Ter Stegen no pudo hacer nada. Pero el éxtasis no quedó en un sólo gol. El PSG no se conformó e hizo el segundo en un arreón imposible de frenar para el Barça. Tres minutos más tarde, Vitinha recibió un gran pase dentro del área de Fabián Ruiz y disparó raso al palo largo haciendo imposible la estirada del portero alemán.

El Parque de los Príncipes enloquecía y los jugadores del PSG se iban a uno de los fondos a celebrar la remontada en 180 segundos. Tres minutos de furia para dejar al Barça en la lona. Y la locura persistió aún más. No había piedad y Barcola pudo hacer el 3-1 si no hubiese sido por Ter Stegen. El joven futbolista francés corrió al espacio, golpeó y el balón se fue al larguero. El conjunto azulgrana se salvaba de la hecatombe.

Joao Félix y Pedri, al campo

Minuto 60 y con el 2-1 en el marcador, entraba en el campo Pedri y Joao Félix. Salían Lamine Yamal y Sergi Roberto. Y un minuto necesitó el canario, que regresaba hoy de lesión para hacer de las suyas con una asistencia ‘made in’ Xavi Hernández. El centrocampista español dio un espectacular pase por encima de la defensa para que Raphinha, de volea y de primeras, hiciera el 2-2. Auténtico festival de goles el que se estaba viviendo. Y todo sin la presencia de Mbappé, que hasta el momento no había hecho nada en el encuentro.

Donnarumma vuelve a fallar

Y cuando parecía que los de Xavi Hernández y PSG firmaban las tablas llegó Christensen para volver a remontar el encuentro y hacer el 2-3. Gündogan botó un córner en el 77′ y el centrocampista danés, que llevaba pocos minutos en el terreno de juego remató en el área pequeña. Una zona donde debería haber estado Donnarumma midiendo más de dos metros. De toda la vida, esa zona es del portero y más si mides dos metros.

Finalmente, el Barcelona selló una importantísima victoria por 2-3 y se va al partido de vuelta con ventaja ante un PSG muy pobre, que jugó por rachas y sin una continuidad necesaria para hacer algo grande en Europa.