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Wendell Lira gana el premio Puskas al mejor gol del año

El brasileño Wendell Lira ha logrado el premio Puskas al mejor gol del año. Su chilena anotada con el Goianésia ante el Atlético-Go ha sido el elegido como ganador por delante de los goles del futbolista de la Roma Alessandro Florenzi y Leo Messi. Con un 46,7% de los votos se impuso al astro argentino (33,3%) y al italiano (7,1%)

Recoge el testigo del madridista James Rodríguez, que logró el galardón el pasado año gracias a su tanto con Colombia en el Mundial de Brasil. El gol elegido como premio Puskas fue un espectacular gol de chilena de Wendell Lira. Milita en las filas del Vila Nova, equipo de la tercera división brasileña.

El 11 de marzo de 2015, cuando jugaba en el Goianésia, en un choque ante el Atlético-Go se sacó una tremenda chilena para batir al portero rival y poner por delante a su equipo en un encuentro clave, que Goianésia se acabó llevando el triunfo por 2-1. Tras una combinación con su compañero, que le puso un balón alto para que Wendell Lira hiciera, de espaldas, una chilena. Sin duda fue uno de los mejores tantos del año.

A Messi se le sigue resistiendo el premio Puskas. De nuevo se ha vuelto a quedar a las puertas. En esta ocasión ha quedado segundo con un tanto de bandera, en el que el astro argentino cogió el balón en el centro del campo y se marchó de hasta cuatro rivales que le salieron al paso para acabar internándose en el área, por la banda derecha, y batir a Iraizoz con un potente disparo raso pegado al palo. Fue el primero de sus dos goles en aquella final de Copa.

Por su parte, Florenzi completa el pódium. Optaba al premio gracias al gol que anotó ante el Barcelona en el primer duelo de la actual edición de la Champions League entre la Roma y los azulgrana el pasado 16 de septiembre de 2015. Robó la pelota en defensa, salió rápido a la contra y al ver adelantado a Ter Stegen no se lo pensó dos veces. Nada más cruzar la línea divisoria del medio campo golpeó el balón con fuerza, dándole la altura suficiente para sobrepasar los 1,89 metros del meta alemán. La pelota golpeó en el palo y entró. Un tanto que valió un punto de oro para su equipo en el Olímpico de Roma.