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Fórmula 1

Verstappen pisotea la casa de Ferrari

El Gran Premio de Italia ha confirmado que el Mundial se ha convertido en el coto privado de Max Verstappen. El neerlandés, que partía séptimo, remontó hasta sumar su quinta victoria consecutiva apoyado en la superioridad de Red Bull sobre Ferrari, que se vio impotente en su carrera de casa. Segunda posición para Charles Leclerc, tercera para George Russell y cuarta para Carlos Sainz después de una impresionante remontada. Por su parte, Fernando Alonso puso fin a su buena racha debido a una avería en su Alpine que le obligó a abandonar.

A falta de seis carreras para concluir el campeonato, el título mundial está más que resuelto a favor de Verstappen -tiene 116 puntos de ventaja- y la única emoción que resta es conocer cuándo confirmará matemáticamente su segunda corona en la Fórmula 1. Red Bull se ha distanciado de Ferrari en esta segunda mitad de la temporada y de nada le sirvió a Leclerc partir desde la ‘pole’. Esta vez Ferrari no cometió ningún error. Simplemente, compite contra un rival superior.

Poco le importó a Verstappen empezar desde la séptima posición debido a una sanción. En una vuelta ya se había colocado tercero. La suma de su enorme talento y la máquina perfecta que tiene en sus manos es demasiado para sus rivales. A la vista de que su adelantamiento sobre Leclerc era cuestión de tiempo, Ferrari cambió su estrategia, pero ahora mismo no hay plan B que sirva contra el líder del Mundial. Los aficionados italianos tendrán que seguir esperando para ver a un bólido rojo reinando de nuevo en Monza.

La cruz para la delegación española en la Fórmula 1 fue la retirada de Fernando Alonso, que puso fin a su racha de 10 carreras seguidas en zona de puntos. En el ecuador de la prueba, concretamente en la vuelta 32, su Alpine sufrió un problema con la presión del agua y desde su equipo le pidieron que metiera el coche en ‘boxes’ para evitar un problema mayor. Día negro para el equipo francés, ya que Esteban Ocon tampoco puntuó al concluir undécimo.

A falta de seis vueltas para el final, se abrió un resquicio para la emoción debido a la avería en el McLaren de Daniel Ricciardo que obligó a la entrada del coche de seguridad. Todos los pilotos quedaron agrupados y se barruntaba una interesante pelea final, pero los operarios no pudieron retirar a tiempo el coche del australiano y la carrera murió sin posibilidad de adelantamientos. La hinchada de Ferrari respondió con silbidos. En Red Bull todo son aplausos y abrazos. El Mundial está sentenciado.