Verdasco sigue soñando y se abre paso a los octavos del Mutua Madrid Open

Fernando Verdasco quiere ser profeta en su tierra. El tenista madrileño tiró de épica y templanza para derrotar a Karen Khachanov (6-7(4), 6-1, 7-5) en un encuentro maravilloso y que logró lo que parecía imposible: enganchar a los aficionados presentes en la Caja Mágica al mismo tiempo que se jugaba el último encuentro de la carrera de David Ferrer. El talento de Verdasco estuvo acompañado en la noche madrileña de lo que tantas veces le ha faltado, la cabeza fría para finiquitar un encuentro igualado en el que el público le llevó en volandas rumbo a octavos.

El encuentro se iba a decidir a base de golpes entre dos de los jugadores que más fuerte le pegan a la pelota en el circuito. La igualdad se daba casi por hecha teniendo en cuenta además que el mejor momento de juego de ambos parecía lejano, atendiendo a los últimos resultados. La solidez de los servicios no dejó resquicios para una bola de break hasta el noveno juego, cuando Verdasco desperdició dos que a la postre le iban a condicionar en el tie break de la manga de apertura, propiedad de un Khachanov mucho más determinante en el momento decisivo.

Verdasco no se rindió ante este golpe y logró echarse a la afición a las espaldas a base de derechazos y carreras que dejaban constancia de la pasión del madrileño en el torneo de casa. Un parcial de seis juegos consecutivos dejaban a un Fernando en trance como ganador de la segunda manga, a la espera de la decisiva, donde Khachanov no iba a conceder tanto hueco.

El ruso, de hecho, comenzó quebrando el servicio de Verdasco y consolidando en un golpe casi definitivo para las aspiraciones del español. La reacción se esperaba, pero la tensión iba a pedir una concentración que Fernando ha mostrado en escasas ocasiones. Sin embargo, Madrid pedía todo para su tenista y este, en un alarde de garra y épica igualó con dos juegos consecutivos antes de entrar en una vorágine de alternativas que le colocó con 6-5 a su favor al resto. Los momentos importantes no iban a hacer temblar a Verdasco, que a la primera iba a poder celebrar una victoria extraordinaria que le abre paso como superviviente en un Mutua Madrid Open en el que no quiere dejar de soñar.