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Por una decisión del juez de silla tras el punto de partido

Uno de los mayores «robos» de la historia del tenis: Díez pierde un partido que ya había ganado

Steven Díez tuvo que vivir un episodio rocambolesco en la previa del ATP 250 de Houston, después de ganar un partido que el árbitro anularía al mandar repetir el último punto, después de haberlo concedido. El canadiense, de origen español, acabaría perdiendo y denunciando lo sucedido como "uno de los mayores robos de la historia"

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Steven Díez es un tenista canadiense, de origen español, clásico en el circuito Challenger. A sus 31 años, acumula cientos de partidos como profesional pero nunca había tenido que vivir algo como lo sucedido en el torneo ATP 250 de Houston. Díez había logrado el pase al cuadro final en el último partido de la previa tras derrotar al holandés Gijs Brouwer pero el juez de silla, tras el último punto, decidió hacer repetir la contienda con motivos dudosos y sacar del encuentro al protagonista, que acabaría perdiendo.

«Juego, set y partido», anunció el juez árbitro en perfecto inglés, con lo que se daba por concluido, teóricamente, el encuentro con victoria de Steven Díez. El canadiense había enganchado un resto ganador para poner el lazo y firmar el pase al cuadro final de Houston, pero de repente, Brouwer señaló una marca fuera de su propio servicio, previo al winner de Díez, y el juez árbitro bajó a la tierra para comprobarlo y tomar una decisión que haría trizas todo lo acontecido con anterioridad.

«Es uno de los mayores robos que he visto en este deporte”, declaraba Díez en una entrevista con el portal español Punto de Break, en la que se sinceró sobre lo sucedido. Efectivamente, el juez árbitro mandó repetir el punto y lo que era una victoria anunciada se tornó en derrota, por un resultado final de 4-6, 7-5, 6-2, al ser Steven incapaz de mantenerse centrado después de lo sucedido.

Repescado como ‘lucky looser’

La derrota de Steven Díez, pese al gran daño realizado al tenista canadiense y al mundo del deporte de la raqueta, por la polémica, quedó minimizado porque, suerte o justicia, quedó un hueco libre en el cuadro y el canadiense fue el agraciado con el puesto en el cuadro final de Houston, después de una derrota que primero fue victoria y que se recordará como uno de los episodios dramáticos por excelencia de la historia reciente del tenis.