El calor, principal enemigo de Nadal en su estreno en el Open de Australia

Los comienzos de torneo nunca son fáciles para los grandes tenistas, y el Open de Australia ha demostrado en los últimos años ser un gran ejemplo para confirmar dicha afirmación. Más allá de la complicación de los encuentros de primera ronda, las condiciones climatológicas del torneo de Melbourne causan a menudo estragos entre algunos de los favoritos a llegar lejos en el cuadro. El debut de Rafael Nadal en el torneo y en la temporada 2019 estará puesto a prueba por el termómetro y la humedad, poniendo en peligro las expectativas de superar rondas y recuperar sensaciones.

El tenista español jugará su primer partido en el circuito desde el 8 de septiembre de 2018, cuando se vio obligado a retirarse de las semifinales del US Open frente a Juan Martín Del Potro. Su rival en la primera ronda del Open de Australia será James Duckworth, tenista local alejado del top 200. A priori, el australiano debe ser un rival asequible para Nadal, pero el clima puede añadir complicaciones al estreno de Rafa en el primer Grand Slam del año.

El azar quiso colocar a Nadal un cuadro aparentemente asequible hasta cuartos en Australia, pero el orden de juego del primer día no le ha jugado una buena pasada al tenista balear. Rafa saltará a la Rod Laver Arena, pista central del complejo de Melbourne Park, en el segundo turno del día, en torno a las 13:00 horas (3:00 en España) y con un calor asfixiante que llevará a los termómetros a marcar hasta 35º grados en las horas en que se juegue el partido.

El Open de Australia es un torneo acostumbrado a las temperaturas extremas, y por ello ha realizado continuas actualizaciones en su reglamento para velar por la salud de los tenistas. De esta manera, los jugadores gozarán de un descanso de 10 minutos al final del tercer set del partido, en caso de que este se alargue. Además, si se considera que la climatología, midiendo condiciones de temperatura y humedad, llega a una de cinco sobre cinco, se optará por cerrar el techo de las tres grandes pistas de Melbourne Park, incluida la Rod Laver Arena, en la que está programado el partido de Nadal.

Nadal es un jugador propenso al sudor y en partidos jugados bajo temperaturas extremas, este elemento puede resultar incómodo y perjudicial para su juego. En la pasada edición, el número dos del ranking ATP ya solicitó medidas para mitigar el calor en el Open de Australia y ahora, en su primer partido después de una importante inactividad, desconoce cual serán las condiciones de un partido de estreno en el que el calor o la pista cubierta podrían condicionar el juego.