Siguen las ayudas arbitrales al Barça: el 0-2 en fuera de juego y roja injusta a Llorente

La declaración de intenciones de Vicandi Garrido en Vallecas se vio desde la primera jugada. Fue un empujón descarado, alevoso y sin balón de Luis Suárez sobre Iturra cuando la pelota ya había salido de banda. El colegiado vasco ni pitó la falta, ni advirtió al uruguayo que depusiera su actitud de perdonavidas.

Suárez le cogió la matrícula a un colegiado de apenas 30 años, o sea, más joven por ejemplo que Mascherano, que Claudio Bravo o que Iniesta. En la siguiente acción, el uruguayo le metió el puño en el pecho a Llorente, le empujó y, esta vez sí, Vicandi pitó la falta, pero volvió a perdonar la amarilla al máximo goleador de la Liga.

Pero esos fueron errores menores comparadados con el empujoncito que dio al Barça en el segundo gol, comparable a la pifia del meta rayista Juan Carlos en el primero.

Neymar arranca en fuera de juego en el 0-2

En el minuto 24, Neymar arranca en fuera de juego en la jugada que da origen al 0-2 que acaba marcando Messi. La acción es más achacable al asistente que al propio Vicandi y, aunque sea difícil de ver en directo, lo cierto es que, una vez más, el equipo que resulta beneficiado es el Barcelona.

Injusta expulsión de Diego Llorente

Vicandi Garrido completó su pésima actuación con una expulsión a Diego Llorente que sólo existió en su imaginación. Diego Llorente llegó mucho antes que Rakitic al balón dividido, tocó la pelota (como se observa nítidamente en la imagen) y después, fruto de la inercia, acabó impactando en la rodilla del croata.

Vicandi se dejó llevar por lo aparatoso de la acción y no titubeó: desenfundó con rapidez la roja y echó a Llorente, que estaba haciendo un partidazo en el marcaje a Luis Suárez. Claro, para el imberbe colegiado vasco era muy sencillo echar a un jugador del Rayo, lo difícil habría sido expulsar a Luis Suárez o juzgar igual si la acción la hubiera hecho Busquets.

No dudó Vicandi, eso sí, en expulsar a Iturra también por roja directa después de un penalti sobre Busquets que él mismo se había comido y fue su asistente el que le salvó del ridículo avisándole. El colegiado, sin embargo, no dudó en expulsar a un jugador por un acción que no había visto. Aunque esta vez, sin querer, acertó.