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GRAN PREMIO DE ESPAÑA

Rossi se exhibe en territorio de Lorenzo y Márquez

Valentino Rossi sacó a pasear en Jerez al campeón que lleva dentro. Lo hizo fuera de casa y en el territorio de sus dos enemigos, Lorenzo y Márquez. El doctor tenía la receta para amargar el día a los españoles y les dio a probar un jarabe amargo, el de la derrota, en una fecha señalada para ellos en el calendario.

Rossi aprovechó su posición de partida desde la pole para comandar desde el comienzo la carrera en el Gran Premio de España. El 46 comenzó a tirar a ritmo de vuelta rápida, mientras que por detrás Lorenzo conservaba la segunda posición y Pedrosa, tras una buena salida, se colocaba en la tercera posición por delante de un Márquez que se vio sorprendido por su compañero.

No tardó Marc en reaccionar y recuperar una tercera plaza de la que no se movió hasta alcanzar la bandera a cuadros. Pero el primero en verla fue un Rossi que firmó una auténtica exhibición de pilotaje. Vuelta tras vuelta, décima tras décima, el italiano ampliaba distancias con Lorenzo y Márquez que cada vez le veían más lejos el culo de la Yamaha del italiano.

Sin embargo, hubo en momento en el que Lorenzo pensó que podía llegar. Eso fue a falta de 10 vueltas para el final. El balear se sintió cómodo y comenzó a descontar la distancia hasta ponerse a dos segundos. Todo hacía pensar que había carrera y que se viviría una última vuelta de esas de infarto. Pero Rossi no lo permitió.

Viendo que Lorenzo apretaba, Rossi exhibió su manual de pilotaje para romper definitivamente la carrera y convertirla en un paseo triunfal por el trazado andaluz. Vale estaba muy feliz. Había ganado como más duele a sus rivales. Siendo mejor y en su casa. 

Por detrás del trío de cabeza, llegaron Pedrosa, Espargaró y Viñales. Las Ducati, justo la semana en la que se anunció la llegada de Lorenzo vivieron un pésimo fin de semana en el que Iannone sólo pudo ser séptimo y Dovicioso tuvo que abandonar por problemas en su moto.