El mundo a sus pies

• Nacho Atanes @nacho_atanes
• Redactor de Nacional en OKDiario. Antes, en deportes y SEO. ignacio.atanes@okdiario.com
• • 17/12/2016 19:16
  • Actualizado: 17/12/2016 19:16

El Estadio Internacional de Yokohama puede asistir a la conquista de un nuevo título del Real Madrid. La llegada de Zinedine Zidane al banquillo madridista ha supuesto que, en menos de un año, el equipo blanco haya pasado de estar desahuciado a luchar por todo, normalmente con éxito. El Kashima Antlers será el último escollo de los blancos para convertirse en campeones, lograr a triple corona y tener el mundo a sus pies.

Después de una sobria victoria frente al América de México en las semifinales del torneo, los blancos están concentrados en un partido en el que la diferencia de nivel entre ambos equipos es considerable, pero en el que cualquier despiste puede ser penado con un gol en contra que comience las dudas y haga asomar la debacle, algo que este Real Madrid no quiere oír ni ver por ninguna parte.

La solidez que sustenta al proyecto se explica con la asombrosa profundidad de banquillo que maneja Zinedine Zidane y que hace que cualquier jugador de los 24 convocados para el torneo esté capacitado para saltar al campo y desequilibrar en toda una final. Los otros puntos clave del Madrid son su unión y su hambre de triunfos, a la altura de su escudo, como dice Ramos, «el más importante del mundo».

El capitán blanco volverá al once después de un trabajo contrarreloj en los últimos días para recuperarse de una sobrecarga. El hombre de las finales no quiere perderse una más, aunque el rival no tenga el nombre de los Atlético, Barcelona o Bayern. La única ausencia más allá de Bale, por tanto, será la de Pepe, que con Varane en gran momento no necesita forzar y verá el encuentro desde el banquillo clamando por una victoria de los suyos que le permita celebrar un nuevo título como madridista.

Con la duda de si optar por el doble ‘9’ o por el centro del campo de la Undécima, lo único innegociable por parte de los jugadores y Zidane es la victoria. Da igual quién salte al campo, da igual qué sistema proponga el entrenador o la intensidad y nivel de los rivales. Aquí solo importa ganar, esto es el Real Madrid.