PSOE y PP juegan su particular partido en las elecciones de la Federación Española de Fútbol
El PSOE y el PP toman partido en las elecciones a la presidencia de la RFEF con las candidaturas de Salvador Gomar y Rafael Louzán
Louzán fue presidente de la Diputación de Pontevedra con el PP, mientras que Gomar se apoya en las federaciones andaluza y asturiana, vinculadas al socialismo
Louzán se alía con Merchán para las elecciones a la RFEF y Gomar también reúne los avales
Las elecciones a la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) han sufrido un vuelco. Cuando todo apuntaba a que Rafael Louzán iba a ser el único candidato a la presidencia, ha entrado en escena la candidatura de Salvador Gomar. El barón de la Federación Valenciana buscará hacerse con el cotizado cargo frente a un Louzán que ha alcanzado un acuerdo con Sergio Merchán para que se presente, por si el gallego es inhabilitado por el Tribunal Administrativo del Deporte, dependiente del Gobierno.
Hay que recordar que el dirigente gallego está inhabilitado para ejercer un cargo público durante los próximos siete años a la espera de que el Tribunal Supremo confirme esa sentencia en firme. Las palabras del presidente del Consejo Superior de Deportes, José Manuel Uribes, son el prólogo perfecto a lo que se avecina. «No puede presentarse nadie que esté inhabilitado judicialmente», dijo el dirigente socialista. La celebración de los comicios abre un nuevo partido, con tintes políticos, puesto que PSOE y PP tendrán sus afinidades con cada uno de los candidatos.
El Gobierno de Pedro Sánchez ha mostrado en los últimos meses su afán por tener a alguien cercano al frente de la Federación. Hasta el punto de que FIFA y UEFA han avisado por carta de que podían estar ante un incumplimiento de la normativa, al peligrar la autonomía del ente federativo. La candidatura de Louzán amenaza ese interés del ejecutivo, pero la entrada de Gomar en la ecuación lo cambia todo. El presidente de la Federación Valenciana sería el candidato encubierto del PSOE en estas elecciones.
No es ningún secreto la proximidad de Louzán con el Partido Popular, puesto que no ha escondido su amistad con Mariano Rajoy y con Alberto Núñez Feijóo en las diversas entrevistas que ha concedido. Además de llevar una década al frente de la Federación Gallega, el aspirante a ser el próximo presidente de la RFEF, dirigió la Diputación de Pontevedra durante 12 años, desde 2003 a 2015, y también fue teniente de alcalde de Ribadumia en su juventud y diputado de la diputación pontevedresa.
Tras la dimisión de Luis Rubiales, desde Moncloa intentaron echar sus tentáculos sobre la Ciudad del Fútbol. Consiguieron que Pedro Rocha pactara con el CSD una serie de cambios estructurales, que después llevaron a la creación de una Comisión de Supervisión, Normalización y Representación para tutelar la RFEF. Al extremeño terminaron haciéndole la cama, puesto que fue inhabilitado por el TAD –dependiente del CSD– por excederse de sus funciones como presidente de la Junta Gestora al ejecutar esos cambios que habían acordado.
Los apoyos socialistas de Gomar
Ahora, con la posible llegada de Louzán, han encontrado en Salvador Gomar un candidato viable. El presidente de la Federación Valenciana está respaldado por un hombre muy próximo al socialismo como es Pablo Lozano, otro de los barones territoriales, que en este caso dirige la Federación Andaluza. En su juventud, Lozano fue presidente de las Juventudes Socialistas de Córdoba, además de ser próximo al ex presidente de la Junta de Andalucía Manuel Chaves.
Gomar cuenta con el respaldo total de Pablo Lozano como se ha visto a la hora de los avales. El valenciano ha presentado para validar su candidatura muchos de los apoyos que congrega la RFAF. Desde clubes como Huétor Tájar o Sporting de Huelva a jugadores como Mazuecos (Huétor Tájar) y Salva Vegas (Puente Genil), hasta el de la propia territorial andaluza.
El resto de apoyos del valenciano surgen desde la Federación Asturiana, puesto que entre los avalistas se encuentran jugadores y árbitros del fútbol modesto, además de un sector de la Federación de Baleares.
Con las cartas sobre la mesa, los dos candidatos lucharán por hacerse con un puesto que no ha encontrado la estabilidad necesaria en los últimos tiempos. Como consecuencia de ello, el fútbol español ha estado en el foco con visitas de la FIFA y la UEFA a nuestro país y con la candidatura de España al Mundial 2030 más débil que nunca. Cualquier atisbo de estabilidad ayudaría a encauzar una situación donde finalmente han metido la mano los políticos.