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PITADA EN SU PRIMER DÍA

Pitos, división e impaciencia: Flick ya sabe que no será Xavi en Barcelona

Hansi Flick se dio un duro golpe de realidad con el Barcelona en el amistoso de presentación ante la afición culé

Tras el 0-3 se escucharon los primeros pitos, muestra de impaciencia en este nuevo Barcelona

El Mónaco saca los colores al Barcelona con una goleada en el Gamper

El Mónaco sacó los colores al Barcelona en su primer partido como local esta temporada, en el Gamper que se quedaron los monegascos tras el contundente 0-3 que lograron entre Camara, Embolo y Mawissa. Lo que prometía ser una fiesta en un estreno prometedor, con algunos fichajes como Olmo y tras el boom de jugadores como Lamine Yamal y Fermín, se tornó en desgracia y con Hansi Flick descubriendo de primera mano cómo es la noria del Barcelona: un día estás arriba y al siguiente abajo.

Hubo pitada al final del partido, no sonora ni monumental como otras que se dieron el curso pasado, pero sí es llamativo que en tu partido de presentación con todo por armar, la afición ya entonara sus primeros silbidos para dar a entender tanto al propio club, presidente, directiva y el nuevo entrenador, que la paciencia está en un punto muy lejano a lo que estaba el inicio de la anterior campaña. Eso a Xavi Hernández no le pasó, muestra de que el técnico alemán no tendrá esa paciencia que sí tuvo su antecesor.

Hansi Flick fue incapaz de encauzar un partido que pese a que comenzó bien, con un buen chispazo culé que por poco acaba con el primero antes del minuto de juego, torno rápido en espejismo. El Barcelona estuvo espeso, lento y sobre todo torpe. Sus errores, una rémora que le persigue desde el curso pasado con Xavi Hernández a los mandos de la máquina, sigue persistiendo y condenando al equipo.

En la primera parte pasó entre poco y nada, un Barcelona temeroso pese a que Flick ya sacó gran parte de lo que puede ser el once titular del próximo sábado, con los Koundé, Raphinha y Lewandowski en liza. Pero realmente cuando todo se tornó en desgracia fue en la segunda parte, cuando entraron otros nombres como los de Gündogan, Lamine o Ferran Torres, momento en el que el Mónaco golpeó hasta tres veces sin réplica culé.

El Barcelona tuvo más la pelota, dio más pases, tuvo más córners… pero también perdió 20 duelos de más frente a los monegascos, dispararon mucho menos a puerta (dos frente a los cuatro) y perdieron muchas más pelotas (115-97). Fue tras el tercer tanto del Mónaco, de Christian Mawissa Elebi, cuando se escucharon pitos desde la grada, los mismos que también se llevaron en su presentación Lenglet –al que el club sigue sin darle salida– y De Jong –éste último, de difícil lectura–.

Ya lo dijo Xavi Hernández a finales de enero cuando anunció que se iba tras una serie de malos resultados y duras críticas a su gestión, que el Barcelona era una trituradora, donde «desde dentro se conoce el relato, pero no se ha valorado suficiente nuestro trabajo y esto ha generado un desgaste». Ese mismo desgaste que ya le avisaron entrenadores anteriores: «Te hacen ver a diario que no vales, me lo dijeron Pep, Ernesto, con Luis Enrique lo viví como jugador… Tenemos un problema con la exigencia de este cargo, parece que te juegues la vida en cada momento, no pasa en ningún otro club».

Y ahora, a las primeras de cambio, Hansi Flick se golpea con la primera piedra, con la primera toma de contacto de este siempre exigente Barcelona que, sin haber comenzado la temporada aún, en el último coletazo de la pretemporada, ya ha recibido sus primeros pitos tras el amistoso de presentación. Un 0-3 en casa no gusta a nadie, pero cualquier plan que tenga en estos momentos el alemán está aún por hacer, aunque parece que la afición azulgrana lo último que tiene, es tiempo.