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Entra en semifinales, donde podría enfrentarse a Nadal

El ‘peque’ es un gigante: Schwartzman tumba a Thiem en una batalla histórica en Roland Garros

Diego Schwartman se proclamó vencedor de un partido histórico en los cuartos de final de Roland Garros, en el que derrotó a Dominic Thiem (7-6, 5-7, 7-6, 7-6, 6-2) en cinco horas de batalla encarnizada, decidida por el mayor aguante mental y físico del argentino en los momentos clave

  • Nacho Atanes
  • Redactor de deportes y canterano de OKDIARIO. Desde 2016 cubriendo la información de tenis. También baloncesto, fútbol, ciclismo y otros contenidos.

Roland Garros tuvo el honor de acoger uno de los grandes partidos de tenis de la última década. La edición de 2020, marcada por el coronavirus, también lo estará por el espectáculo que brindaron el segundo martes de competición en la Chatrier Dominic Thiem y Diego Schwartzman. Más de cinco horas y cinco sets (7-6, 5-7, 7-6, 7-6, 6-2) con la imposibilidad de alcanzar una igualdad mayor acabaron coronando al argentino, al Peque, que fue más gigante que nunca y bate a uno de los grandes candidatos al título en un encuentro épico y que pasará a la historia de la competición.

Schwartmann, que ya avisó en Roma derrotando en cuartos de final a Rafa Nadal, culminó la victoria más grande de su ya extensa carrera deportiva, apartando al finalista de 2018 y 2019 de la posibilidad de alcanzar las semifinales en Roland Garros. Esta ronda es ya una realidad para Diego, que desde sus 170 centímetros peleó cada pelota durante los cinco igualadísimos sets hasta desquiciar definitivamente a un también enorme Thiem, al que le falló una pizca más de concentración y aguante, siempre hablando en niveles extraordinarios.

El físico acompañó a Thiem, un auténtico superhombre, hasta el punto de no acusar demasiado el encuentro frente a Gaston de tercera ronda, que también se marchó al quinto set. Entonces Dominic pudo vencer a su mentalidad para colarse en cuartos, pero el cóctel de concentración y físico al que le obligó Schwartzman acabó por tumbarle cuando el reloj marcó las cinco horas de partido, obligando a su rendición ante uno de los terrícolas consumados del circuito.

El tanteo de los sets, con tres tie breaks y un 7-5 luciendo en el marcador, dan prueba de la batalla que se vivió en la Philippe Chatrier en un turno programado, en un principio, para finalizar a las cinco de la tarde. Todo el retraso lo ocasionaron Diego y Dominic, y fue justificado para el aficionado, incluido el español, por mucho que Nadal fuera el damnificado horario de esta oda al tenis.

Schwartzmann comenzó golpeando en un primer set que sirve de buen resumen del partido. El argentino tuvo que asumir su inicio, perdiendo, y remontando a base de cabeza y piernas pudo forzar el tie-break, donde de nuevo su plus mental le iba a otorgar el triunfo. La táctica acompañaría al argentino hasta el punto de hacer colapsar a Thiem, acompañado de un repertorio mayor de golpes, pero sin la continuidad necesaria para vencer con cierta facilidad, como podría haber justificado su tenis.

Schwartzman es el campeón

Al ganador del US Open, posiblemente el mejor tenista del mundo en la actualidad si hablamos estrictamente de golpes, le dio la calidad para imponerse en los apretadísimos segundo y tercer parcial, por 7-5 y 7-6 hasta colocarse a un paso de las semifinales. El cansancio era ya mayoritario, y el encuentro comenzaba a abrirse hueco en los anales de la historia por nivel, y duración –más de tres horas cuando acabó el tercer parcial.

Se superaron las cuatro horas de duración en el momento en que el peque, con un esfuerzo absolutamente extraordinario, se superaba a sí mismo para llevar un nuevo parcial al tie-break y proclamarse vencedor, emplazando el encuentro a una quinta manga a la que Thiem no pudo sobrevivir, superado en sus piernas y desconectado mentalmente. Schwartzman, sí seguía conectado, convencido del éxito en un partido que le llevaría a sus primeras semifinales en Roland Garros. Pelota a pelota, corriendo más que nadie. Haciéndose gigante. Levantando los brazos en busca de las semifinales de Roland Garros.