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Tres partidos sin anotar

La peor sequía del Barça desde Rijkaard

El ataque del Barcelona se ha atascado en la recta final de la temporada. En el momento idóneo para sentenciar el título de Liga Santander, al líder le está costando horrores ver portería y ya encadena tres partidos oficiales sin anotar un solo gol. Es la peor racha del equipo azulgrana desde las postrimerías de la época de Frank Rijkaard, concretamente desde abril de 2008, cuando sumó cuatro duelos seguidos sin marcar. Han tenido que pasar 15 años para revivir un momento ofensivo tan negativo.

Por el momento, la ventaja del Barcelona al frente de la Liga sigue siendo amplia respecto al Real Madrid -11 puntos-, pero si no mejora su fluidez ofensiva pueden llegar las primeras dudas de cara a un título que parecía sentenciado tras el último Clásico liguero. No ayuda a ese objetivo que el próximo domingo llegue al Camp Nou el Atlético de Madrid, sin duda el equipo más en forma en este momento de la temporada.

Tras la goleada con la que inauguró el mes de abril frente al desahuciado Elche (0-4), el ataque culé ha entrado en un agujero negro que empezó con el descalabro frente al Real Madrid en la vuelta de semifinales de la Copa del Rey (0-4). Aquel día, los pupilos de Xavi contabilizaron 11 disparos y 5 de ellos fueron a puerta, pero encontraron la respuesta de Courtois antes de que los blancos pasaran el rodillo en la segunda mitad.

Raphinha no es Dembélé

Cinco días después del batacazo copero, la visita del Girona al Camp Nou parecía la ocasión propicia para que el delanteros volvieron a celebrar goles, pero volvieron a mostrarse erráticos. Tanto, que de los 18 disparos a Gazzaniga, tan solo tres fueron con destino a la portería. Una situación similar se volvió a vivir el pasado domingo en Getafe, donde el Barcelona empató sin goles y volvió a demostrar una alarmante ceguera ante el arco rival: 15 disparos y tres a portería.

La jugada en la que Raphinha y Balde mandaron sendos disparos al poste de David Soria fue la metáfora perfecta del momento que atraviesa el líder. Las recuperaciones de Frenkie de Jong, Pedri y Dembélé son el maná que estaba esperando Xavi para engrasar su ataque. Sobre todo el canario, por la fluidez que da al juego, y el francés, único por su capacidad de desbordar. Bien lo sabe Lewandowski, cuyos números han bajado espectacularmente sin la ayuda de Ousmane.