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COPA DEL REY / PRIMERA ELIMINATORIA

De penalti dudoso y a los 80 minutos: ridículo del Atlético en Vic

Giuliano forzó la jugada que resolvió otro partido horroroso de los rojiblancos

Julián Álvarez marcó los dos goles, el segundo con el Vic ua lanzado

Simeone, desesperado, puso sobre el campo a todas sus estrellas

De penalti dudoso y a los 80 minutos. Ridículo del Atlético en Vic y nueva evidencia de que el equipo está sumido en una crisis enorme. Simeone se vio obligado a utilizar a todas sus figuras ante un rival de Regional que le puso contra las cuerdas y que desnudó todas las carencias de una plantilla que no tiene por donde cogerla. Giuliano, que forzó un máximo castigo más que discutible, evitó un verdadero drama y provocó la acción que resolvió otra noche de completa oscuridad en la que de nuevo quedaron muchos jugadores señalados, el primero de ellos el noruego Sorloth, sustituido en el descanso tras un primer tiempo horroroso en el que perdió nueve de los 20 balones que llegaron a sus pies.

La primera parte del Atlético fue tan dantesca como la del pasado domingo en el Benito Villamarín. Más incluso porque la diferencia de categorías era abrumadora. Simeone alineó a nueve jugadores del primer equipo, con apenas los retoques de Kostis en defensa y Javi Serrano en medio campo, pero tardó 40 minutos en crear la primera acción de peligro ante la meta catalana, en un disparo de Giuliano que rechazo la defensa, y llegó al descanso con un solo disparo entre los tres palos a cargo de Gallagher aunque, eso sí, Cuadra Fernández le escamoteó un penalti por manos clarísimas en el área a remate de Sortloh.

El Vic, convencido de que había venido a verlo un gigante, empezó timorato y escondido, pero a medida que el partido fue consumiendo minutos se dio cuenta de que no era tan fiero el león como lo pintaban y acabó atreviéndose a transitar por la zona prohibida forzando incluso a Mosso a intervenir en alguna ocasión. Tampoco creó peligro, pero por lo menos mostró las uñas y despertó el entusiasmo del público que abarrotó el Hipòlit Planes, y que despidió eufórico a sus jugadores al final de los 45 minutos, con empate a cero en el marcador, convencido de que el milagro era posible. Desde luego viendo al Atlético nadie podía negarlo.

Simeone percibió el peligro y metió el bisturí a fondo en el vestuario. Galán, Koke y Lemar se incorporaron al partido y lo abandonaron los dos jugadores del filial y el noruego Sorloth, un verdadero bulto sospechoso en la primera parte. Once futbolistas profesionales ante once amateurs y 45 minutos por delante para imponer una superioridad que debería haber quedado clara desde el principio.

Los tres cambios no bastaron para que el Atlético abriera la lata y marcara el primer gol, lo que llevó a un Cholo cada vez más angustiado a utilizar sus mejores armas. Julián Álvarez y Griezmann  completaron el carrusel, en el caso del francés en sustitución de su compatriota Lemar, que sólo aguantó 20 minutos en el campo. A todo esto el Vich, lejos de amilanarse, volvió a amenazar a Musso en más de una ocasión mientras que en la otra portería Agustín Mora, que arrancó el segundo tiempo con dos buenas paradas, prácticamente ya no tenía trabajo.

La noche pintaba a drama cuando a los 79 minutos Giuliano cayó en el área ante Bertrana y Cuadra Fernández se fue a los once metros sin dudarlo. Las imágenes no fueron tan claras, pero en esta ocasión la ausencia de VAR, que había beneficiado al Vic en la primera parte, acabó perjudicándole porque el árbitro no sólo se mantuvo inalterable, sino que además expulsó a Senyé por doble tarjeta amarilla. Julián Álvarez transformó el penalti y acabó con el drama rojiblanco…de momento.

El Vic se lanzó con todo lo que tenía arriba y se vio obligado a abrirse, lo que aprovechó Julián Álvarez a los 88 minutos para redondear el marcador con un disparo raso al que no llegó Agustín Mora, y que ponía en el electrónico más diferencia de la que se había visto en el campo entre un Primera División y un Regional. Tiene un verdadero problema el Atlético y a Simeone le va a costar arreglarlo.