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Copa del Rey: Cacereño-Atlético

De Paul evita un drama al Atlético

El argentino asiste a Lenglet para empatar, anota el segundo y regala el tercero a Julián Álvarez

Evita que la noche acabe en una debacle de esas que llevan el sufijo '-azo'

Caminaba el Cacereño hacia la gloria copera de la mano de un reloj que corría para el Atlético y reptaba para el conjunto extremeño. Ya saben, todo depende de la perspectiva. Se había adelantado el cuadro local con un gol de Merencio que había puesto patas arriba a una parroquia, la rojiblanca, que había entrado en combustión. Cada minuto que pasaba era una losa para los rojiblancos y una bendición para el Cacereño.

Fue el guion de un partido asfixiante y desquiciado a partes iguales para un Atlético frustrado de cara a la meta de Diego Nieves. No encontraban caminos los colchoneros por más que los buscaban. Hasta que en medio de esa zozobra emergió un De Paul engrandeciso. Asistió a Lenglet en el empate, anotó el segundo y regaló el tercero a Julián Álvarez para evitar una debacle de esas que llevan el sufijo ‘-azo’.

El Atlético sale triunfante de la noche cacereña, aunque con las pulsaciones disparadas. Estuvo eliminado hasta el minuto 82. Durante prácticamente la totalidad del partido se impuso el corazón del Cacereño a la superior calidad del Atlético. Un intangible que crece en estas embrionarias eliminatorias de Copa del Rey. Incluso Simeone acabó siendo superado por los nervios y fue expulsado en la recta final del partido por protestar un gol fantasma de Julián Álvarez.

La vida del Atlético es angustiosa sin Giuliano

No leerán en estas líneas un ensayo individual de un deporte colectivo, pero este Atlético, en este momento, no puede jugar sin Giuliano Simeone. No por él, ya que ningún futbolista es imprescindible, sino sin su entrega y pundonor en cada jugada del partido. Sea el minuto que sea y refleje la situación que refleje el marcador. En Cáceres falto cierta tensión por los costados, especialmente incisión.

Giuliano fue una de las apuestas de Simeone para salir de la crisis de resultados. Fue vital con una asistencia para que el Atlético le remontara al Leganés en el Metropolitano y desde entonces, ha protagonizado varias actuaciones en las que ha sido el detonador del equipo. Tres galardones consecutivos a hombre del partido así lo corroboran. En Cáceres no tuvo minutos, casi lo acaba lamentando su equipo.

Le Normand, de vuelta tras su traumatismo craneoencefálico

La puesta en escena del Atlético estuvo copada por la teórica unidad ‘B’ de Simeone y por un nombre, el de Le Normand, que volvía a vestirse de corto tras 67 días sin pisar un terreno de juego. Concretamente desde el derbi contra el Real Madrid en el que, después de un choque con Tchouaméni, sufrió un traumatismo craneoencefálico. Fue de más a menos. Ganó sus dos primeros duelos y poco a poco fue perdiendo protagonismo. Fuera de zona en la acción del gol, fue sustituido al descanso. Su presencia es buena noticia.

Segundo mal trago de la Copa para el Atlético

Lo de Vic fue un aviso que estuvo cerca de cristalizar ante el Cacereño. El marcador refleja un resultado tranquilo, aunque en realidad los extremeños rozaron la proeza en un guion de partido similar al que siguió la primera ronda copa del Atlético. Fue en Vic, ante un equipo de Regional, pero con el mismo sufrimiento. No lograron anotar hasta entrado el partido en el tramo final, como en Cáceres y se impusieron a un equipo con diez, como este jueves en Cáceres.