A por el oro más sorprendente
La España de Sergio Scariolo y Rudy Fernández, la del legado, la de la llama eterna vista quien vista su camiseta, se encuentra ante la oportunidad de colgarse otra medalla de oro. Ya ha asombrado en este Eurobasket con repetidas lecciones de pundonor y juego colectivo, empalmando una remontada tras otra, pero no se conforma y quiere la gloria contra un viejo enemigo, Francia, favorita sobre el papel, imposible saberlo sobre la cancha en este campeonato de continuas sorpresas. El Berlin Arena aguarda un nuevo rey continental.
Nada más vencer en la semifinal contra Alemania, y mientras sus jugadores brincaban de júbilo sobre el parqué, Scariolo se dirigió rápidamente a los vestuarios con el rictus propio de un funeral. Pura concentración. El seleccionador sabe que nadie les esperaba en la final, pero también que la misión no está completa. Aspirar a lo máximo es innegociable, siempre lo ha sido, y todas esas estrellas que ya colgaron las botas bien lo sabían. Las nuevas generaciones lo han aprendido a la primera, ya se vio en el Mundial de China y se ha reafirmado estos días en Alemania.
Las eliminatorias hablan de esa fe inquebrantable: España estuvo contra las cuerdas contra Lituania (llegó a perder por -11 puntos), contra Finlandia (-15) y también contra Alemania (-10). Pulgada a pulgada, defensa a defensa y ataque a ataque, todos esos días se levantó cuando más arreciaba el temporal y remontó contra viento y marea. Jamás le perdió la cara a ningún partido por complicado que se pusiera.
Los puntos del inesperado Lorenzo Brown y Willy Hernangómez (33 por partido entre ambos), la garra del capitán Rudy Fernández, la defensa de Rudy Fernández y Alberto Díaz… Nadie como el base del Unicaja para representar el espíritu mutante de esta selección: inicialmente descartado, repescado a última hora e imprescindible en este Eurobasket. Cosas del mago Scariolo.
Francia quiere revancha
En la batalla final espera Francia, una selección que tampoco ha pasado por un camino de rosas en este Eurobasket. Encajó dos derrotas en la fase de grupos ante Alemania y Eslovenia, estuvo más muerta que viva en las eliminatorias contra Turquía e Italia y finalmente pudo respirar tranquila en semifinales, donde sometió sin miramientos a la sorprendente Polonia.
La vigente subcampeona olímpica tiene una cuenta pendiente desde el Eurobasket 2015, cuando Pau Gasol se agigantó en Lille con 40 puntos que destrozaron los sueños del anfitrión en semifinales. Rudy Fernández y Willy Hernangómez son los únicos supervivientes en el bando español y Evan Fournier y Rudy Gobert en el francés. Los 2,16 metros y largos brazos del pívot de Minnesota Timberwolves son el mejor arma en el arsenal de Vincent Collet, que también disfruta de un inspirado Guerschon Yabusele. Nadie mete más puntos que el madridista en esta selección francesa.
En resumen, un cartel inmejorable para la décima final europea en la historia de la selección española, una cuenta que empezó en Suiza hace ya 87 años. España sucumbió en sus seis primeros asaltos a la medalla de oro. Triunfó en los tres siguientes en Polonia 2009, Lituania 2011 y Francia 2015. En todos esos días de gloria estaba Scariolo al mando, quién si no. La misión más sorprendente de la selección todavía no ha acabado.
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