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El español, impecable en Roland Garros (6-3, 6-1, 6-4)

Nadal pone la directa ante Moutet y ya está en tercera ronda

Rafael Nadal superó con claridad a Corentin Moutet en segunda ronda de Roland Garros tras una gran actuación nocturna en París

Crónica: Alcaraz es indestructible

  • Nacho Atanes
  • Redactor de deportes y canterano de OKDIARIO. Desde 2016 cubriendo la información de tenis. También baloncesto, fútbol, ciclismo y otros contenidos.

Las dudas en torno a la figura de Rafael Nadal han durado tanto como dos partidos, convertidos en exhibición, en la que se considera su casa. El tenista español ya está en tercera ronda de Roland Garros después de resolver con maestría (6-3, 6-1, 6-4) su segundo escollo en el cuadro, el francés Corentin Moutet, quien no tuvo más remedio que claudicar ante su ídolo, el rey de la tierra, en una versión que asusta y devuelve la esperanza de volver al ver a Rafa campeonar en París.

Lo de Rafa volvió a ser de notable alto, rozando el sobresaliente si consideramos su inactividad y las lesiones sufridas en los últimos tiempos. Adaptado, como no podía ser de otra manera, a una pista en la que ha conquistado la Copa de los Mosqueteros hasta en trece ocasiones, Nadal no tuvo en Moutet a un rival de peso y no fue por la pujanza del joven y creativo Corentin, sino por el dictatorial dominio de un tenista que, ya podemos decirlo, es tan candidato como el que más a conquistar Roland Garros

En un primer set en el que mantuvo el nivel y su rival necesitó algo más de tiempo para llegar al partido, Nadal tomó pronto ventaja y supo administrarla para que el despertar de Moutet, zurdo y ocurrente en su juego, no le afectara junto al impulso del público francés. El 6-3 comandaba en el luminoso sin una brillantez que llegaría en el segundo.

Nadal está rápido de ideas y de piernas, y su derecha ejerce de director de orquesta para que la sinfonía suene de maravilla en Roland Garros. El segundo parcial fue una clara demostración de ello, con cuatro juegos consecutivos en la buchaca del manacorense, que triunfaba desde el fondo, con su servicio y cuando subía a la red. Repleto de confianza, el manacorí ponía el 6-1 para acariciar el pase a la tercera ronda en París.

Moutet, sin embargo, no había dicho su última palabra, como tampoco el público, que ni quería que su tenista se marchara ni, pese a lo nocturno del horario de partido en día laborable, quería dejar de ver al rey de la tierra, con su relajación como única solución para alargar la contienda.

Corentin puso de su parte y con un break inicial sorprendió a un Nadal algo descolocado después de la perfección de sus dos primeros parciales. Pese a la consolidación, reaccionaría pronto Rafa, que a la segunda ponía las tablas y se colocaba de nuevo en igualdad para mantenerse imbatido en París. Entonces, el partido había alcanzado su mayor nivel, con Moutet demostrando que su tenis da para mucho más que para un 139 del ranking, aunque su cabeza –tiró en varias ocasiones la raqueta– equilibra hasta colocarle en su puesto en la ATP.

Nadal, de nuevo dominador con su derecha, lo tenía todo a excepción del break definitivo que le permitiera cerrar el partido y su último acelerón se explicó por el botín que deseaba obtener. Con dos juegos impecables al resto tras un despiste al saque y de nuevo en dos horas casi clavadas, Rafa se saca el billete a tercera ronda, se permite seguir soñando y se cita con el holandés Van de Zandschulp en busca de la segunda semana de Roland Garros.