Alcaraz es indestructible: sobrevive a Ramos y sigue soñando en Roland Garros

Carlos Alcaraz es capaz de alcanzar límites al que muy, muy pocos pueden llegar. El tenista murciano vivió uno de sus días más complicados como profesional en la segunda ronda de Roland Garros, ante un descomunal Albert Ramos que estuvo rozando durante varios instantes la victoria, pero acabó sucumbiendo (6-1, 6-7, 5-7, 7-6, 6-4) ante la resistencia del indestructible Carlitos, que en cinco sets y más cuatro horas y media de batalla encarnizada abre la puerta de la tercera ronda en París, donde quiere seguir soñando por encima de las complicaciones.

Fue un día duro, durísimo para Carlitos, tanto como para quedarse a un punto de despedirse del torneo en el que todos esperan que llegue, cuanto menos, a cuartos frente a Rafa Nadal. Perjudicado por su propia precipitación, convertida en errores no forzados, Alcaraz no se encontró con continuidad sobre la pista y estuvo a merced de un Albert Ramos cuyo nivel recordó al de 2017 en Montecarlo, donde cuajó su mejor resultado al llegar a la final.

Preciso al máximo de derecha y sólido en los momentos clave, Ramos se adelantó por dos sets a uno después de que Alcaraz sumara el primero de la tarde con un 6-1 en el que ni mucho menos se hacía presagiar la épica batalla vivida entre ambos. Un duelo de estilos, con la potencia de Carlos en un lado y los efectos de un especialista en tierra como Albert en el otro, que comenzaron a encadenar sets de igualdad extraordinaria, incluyendo el quinto y decisivo, donde el dominio del veterano catalán se tradujo en una doble reacción, a la postre definitiva, de la joya de El Palmar. 

Hubo momentos duros, para ambos, sobre todo para un Carlos, repetimos, muy precipitado y que se llegó a ver fuera del torneo. Demasiado fallón, sin confiar en su revés y golpeando demasiado su derecha, las dos estocadas de Ramos en el segundo y tercer set no le tumbaron, aunque bien pudo caer en el cuarto, también en el tie-break, al que llegó después de que Albert se encogiera cuando sacaba por el partido y el sorpresón de lo que va de torneo.

El set, el cuarto, se lo acabaría apuntando Alcaraz en una muerte súbita en la que fue todo determinación, pero Albert Ramos no había dicho su última palabra. Un 3-0 del catalán en la manga definitiva dio un nuevo vuelco al partido antes de la resurrección definitiva del superviviente Carlitos, que con un parcial de 4-0 y ya mucho más afortunado en sus golpes, tomaba el mando y parecía encaminarse a la victoria. Un nuevo amago en un partido rocambolesco, ya que Ramos quebraría de nuevo antes del, ya sí, último impulso a manos de Alcaraz, quien tras 4 horas y 38 minutos de thriller, se proclamó vencedor y sigue soñando despierto con un título de Roland Garros que pese a casi volar de sus manos, sigue siendo posible.