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Reconoce que pasó tres meses bastante fastidiados y necesitó tratamiento

Nadal: «El confinamiento le vino bien a mis rodillas pero no a mi pie, que se me quedó destrozado»

Rafa Nadal charló este viernes con Bertín Osborne en el programa 'Mi casa es la tuya', donde repasó su carrera, los problemas físicos que atravesó tras el confinamiento, su final de Roland Garros ante Djokovic y desveló algunos detalles sobre su boda

Rafa Nadal pasó este viernes por la noche por el programa de Bertín Osborne Mi casa es la tuya, donde habló sobre su decimotercer Roland Garros y los problemas físicos que atravesó tras volver del confinamiento. El número dos del mundo mostró su lado más humano y reconoció que su carrera se pudo truncar en 2005, el año que ganó su primer Roland Garros. Además habló sobre su boda, desveló que dio un kit anti resaca a sus invitados y el tiempo que tuvo que esperar a su mujer, Mery Perelló, en el enlace.

Molestias tras el confinamiento

«El parón por el confinamiento le fue bien a mis rodillas, pero no a mi pie. Se me quedó destrozado y pasé tres meses jodidillos yendo a Barcelona a hacerme tratamiento. Iba a entrenar y no podía moverme. No me acuerdo de lo que es jugar sin dolor».

Su carrera se pudo acabar en 2005

«En 2005 algunos médicos me dijeron que no podría volver a jugar a una intensidad alta. La solución me la dio el doctor Maceiras y me fui a Portland para que me hicieran unas zapatillas a medida para que entraran las plantillas. Si en esa época me dicen que iba a jugar hasta los 26 años, lo firmo».

Final de Roland Garros

«Jugué el mejor partido el día que más lo necesitaba. Es, sin duda, una de las mejores finales que he jugado. Las condiciones eran más favorables a Djokovic por eso él era más favorito que yo. Luego, todo salió de una manera que no se podía esperar».

Las palabras de provocación de Ivanisevic

«Yo no sabía lo que había dicho Ivanisevic porque intento no leer antes de una final. Pero si lo hubiese leído, no me hubiera motivado más. Lo que está claro es que su confianza fue errónea».

Diversión jugando al tenis

«A veces me divierte jugar y a veces no. A mí lo que me gusta es competir y si no tengo dolores, me divierto. El tenis es mi trabajo, pero es cierto que ahora me divierto mucho más entrenando que hace 11 años. Si un día entreno mal, no me voy a casa preocupado».

La figura de su tío Toni

«Si soy tenista es por él porque yo me divertía más jugando a fútbol porque jugaba con mis amigos. De hecho, me ponía más jugando al fútbol que al tenis. Mi tío me entreno desde los siete años con seriedad para que fuera un jugador profesional destacado y yo no podía tomármelo de otra manera».

Exigencia en los entrenamientos

«Los entrenos eran intensos. Mi tío me apretaba tanto a nivel tenístico como emocional. Pasé momentos difíciles porque tensaba la cuerda y, a veces, la tensas demasiado. Aguanté todo lo que tenía que aguantar».

La crisis del año pasado

«Me dio un bajón y estuve pensando en no jugar durante cinco meses. Es que había tenido muchas lesiones en 2018 y el 2019 había empezado igual. Un día llevaba cinco minutos entrenando con Carlos en Manacor y le dije ‘hasta aquí’. Nos fuimos a andar a las montañas. Mi equipo me ayudó a tomar la decisión difícil de pelear. Meses después ganaba Roland Garros, US Open y terminaba como número uno».

Manías en pista

«Sí que tengo unas rutinas muy marcadas. La de los calzoncillos la he hecho toda mi vida. El resto son rutinas que se han ido incorporando. Hacer una serie de cosas me ayuda a estar focalizado en lo que hago».

Nombre real de su mujer

«Ella se llama María Francisca, pero yo la llamo Mery. Sólo la llamo María Francisca cuando hay tensión, pero nunca hay tensión. Ella es muy tranquila».

Despedida de soltero

«Me vinieron a buscar en el entrenamiento y yo había quedado después con Carlos Sainz para jugar a golf. Me dijeron que estaba todo arreglado y nos fuimos y volvimos».

Kit para la resaca en la boda

«Sí que dimos una bolsa en la que había un poco de todo: agua, ibuprofeno…».

El susto en Bahamas

«Hay muchas islas y buceando me asusté porque se me llevaba la corriente y nadie me veía. Pasé cinco minutos desagradables. Desde entonces, si buceo en un sitio que no conozco, siempre tengo una lancha al lado. Buceo a pulmón, de 10 a 12 metros».

Falta de puntualidad

«En la boda me la devolvieron por veinte. ¡Joder! Esta vez fui yo el que tuve que esperar».

Miedo a la oscuridad

«De pequeño sí lo tenía y tenía que dormirme con la tele o el ordenador encendido».

Persona normal

«Tengo los amigos de toda la vida y cuando gané Roland Garros sólo me cambio la vida a nivel mediático. Ahora bien, mis amigos me insistían en ir a verbenas y se dieron cuenta de que no podía ir».

Tener hijos en el futuro

«Yo espero que sí, lo que pasa es que pensaba que a los 30 años ya estaría caput para el tenis pero se ha ido alargando el tema».