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Pagará los 13 millones de cláusula

Morata se sintió traicionado por el Atlético tras confirmar su continuidad y por eso se marcha al Milan

Álvaro Morata se marcha al Milan tras abonar la cláusula de rescisión de 13 millones de euros

Se siente traicionado por el Atlético al descubrir que querían fichar tres delanteros para hacerle sombra

Cerezo confirma que Morata se marcha al Milan

Álvaro Morata ya es historia en el Atlético de Madrid. El delantero se despedía este martes de sus compañeros para marcharse al Milan, en lo que ha sido un giro radical a lo esperado. Durante la Eurocopa había anunciado que seguiría de rojiblanco, pero el capitán de la selección se sintió traicionado por la directiva del club, lo que le ha llevado a decantarse por abonar la cláusula de rescisión de 13 millones, emprender un nuevo rumbo en su carrera y mudarse a Italia.

El motivo principal ha sido la falta de claridad del club con él. Desde el Atlético transmitieron a Morata que confiaban en él plenamente y que sería un jugador capital en los planes de Simeone. Algo que le llevó a dar marcha atrás en sus intenciones, puesto que todo apuntaba a Arabia Saudí. Decidió quedarse, pero después ha comprobado que los planes de la directiva pasaban por reforzar el ataque hasta con tres delanteros, lo que le llevaría a tener un papel menor al que le habían prometido.

Después de renunciar al contrato de su vida con el Al-Qadsiah –de unos 40 millones de euros– por quedarse en el Metropolitano, considera que el club no ha ido de cara con él. Es esto lo que ha llevado a Morata a considerar otras opciones distintas al Atlético de Madrid y decantarse, finalmente, por el Milan. En el conjunto rossonero, lógicamente, cobrará mucho menos de lo que se hubiera llevado en Arabia, pero prefiere emprender un nuevo rumbo antes que seguir en un club del que no se fía, después de considerar que le han mentido.

Para su decisión final, también ha influido mucho el aspecto familiar. Italia es la segunda casa de Morata, puesto que ya pasó por dos etapas en la Juventus y su mujer Alice es de allí. Pero lo que más le ha llevado a aceptar la oferta del equipo milanista ha sido el tener la convicción de que sí que será importante. Morata será la primera baza en ataque para Paulo Fonseca, algo que le habían prometido también en el Atlético pero que no iba a ser así.

Morata, del sí al Atlético, al sí al Milan

El pasado 2 de julio, en plena disputa de la Eurocopa, sorprendía una publicación conjunta en redes sociales del Atlético de Madrid y Álvaro Morata. Horas antes, el jugador tenía cerrado un acuerdo para marcharse a Arabia Saudí, al equipo de Míchel y Nacho, el Al-Qasiah. Pero todo daba un vuelco y el futbolista dejaba un mensaje claro a toda la afición rojiblanca: «No puedo imaginar lo que tiene que ser ganar con esta camiseta y no voy a parar hasta conseguirlo».

El culebrón parecía cerrado. Tras meses de dudas sobre el futuro Morata, finalmente accedía a quedarse en el club, con el que tenía dos años más de contrato. Apenas una semana después, volvía a reabrirse el caso. Todo, cuando el futbolista comprobaba que las promesas que le habían hecho desde la entidad podían no cumplirse, puesto que estaban valorando la idea de fichar hasta tres delanteros más.

Entonces, hacía unas declaraciones incendiarias en las que ponía de manifiesto su descontento con los aficionados en nuestro país e incluso cuestionaba su futuro con la selección: «Soy más feliz fuera porque la gente me respeta. En España no hay respeto para nada ni nadie».

Casting para el ‘9’ del Atlético

Hasta hace unas semanas, cuando el Milan no se había entrometido aún en el futuro de Morata, el Atlético de Madrid buscaba cerrar la llegada de dos de los delanteros de moda. El primero de ellos –la principal prioridad– era Artem Dovbyk. Al ucraniano le querían a toda costa, independientemente de lo que sucediera con la continuidad del capitán de la selección. El segundo era Sorloth que se quedó sólo a un gol –23– de igualar el registro que ha permitido al ariete del Girona ser Pichichi.