Mikel Nieve estrena el casillero de triunfos españoles en el Giro

Tras el abandono el martes del favorito Mikel Landa, al Sky no le quedaba más remedio que pasar al ataque. Y la suerte no ha sido esquiva con el conjunto inglés, que certificó su primer triunfo en el Giro de Italia de 2016. Otro Mikel, de apellido Nieve, fue el hombre que coronó en Cividale del Friuli, un pueblecito de 11.000 habitantes pegado a Eslovenia, un triunfo que calma los ánimos del equipo con más presupuesto del pelotón.

El corredor del Sky tiró de valentía atacando desde lejos en el puerto de Porzus. En apenas un puerto sacó dos minutos a los favoritos, que ya nunca podrían en jaque su triunfo. El vasco, en una tremenda exhibición, demostró que el papel de gregario se le queda pequeño y oposita a ser el hombre fuerte del equipo británico en los Dolomitas que mañana comienzan.

Por detrás, los favoritos reservaron la batalla para el puerto final en Valle. Allí fue el polaco Rafal Majka quien tomó la iniciativa cuando la carretera de puso con rampas exigentes. Pese a que ser un segunda categoría, el puerto se le atragantó al hasta entonces líder Bob Jungels, quien se quedó rezagado de un grupo en el que sí se encontraba el nuevo dueño de la general, Andrey Amador.

El costarricense, gregario de Alejandro Valverde en Movistar, aguantó como pudo los tira y afloja de su líder con el otro gran favorito de la carrera, Vicenzo Nibali. Ellos fueron los protagonistas de diversos ataques –más efecticistas que efectivos– en los últimos kilómetros y que terminaron por hundir a Jungels, que todavía sigue segundo en la general.

El Giro entra en su fase más decisiva con un fin de semana donde los actores secundarios desaparecerán de los primeros puestos de la general. Nieve, que ya consiguió un triunfo en 2011, tendrá que andarse atento si Astana y Movistar continúan boicoteándose. Los más de 15 minutos que tiene perdidos en la general le permitirán alguna aventura parecida a la de hoy sin oposición.