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La mejor defensa es un buen ataque

Se suele decir habitualmente que la mejor defensa es un buen ataque y en el caso del Real Madrid, además, se está cumpliendo. La capacidad ofensiva de los hombres más retrasados del equipo de Zidane es innegable y ha quedado demostrada en los cuatro partidos que el conjunto blanco ha disputado desde la vuelta al trabajo.

Tanto en la gira estadounidense como en el primer partido oficial de la temporada, la Supercopa de Europa del pasado martes, ha quedado patente que a los defensas blancos les gusta aportar también en ataque e incluso marcar tantos que pueden ser decisivos como el día del Sevilla.

De los ocho tantos que ha marcado el Real Madrid desde la vuelta de vacaciones (uno al PSG, tres al Chelsea, uno al Bayern de Múnich y tres al Sevilla), seis han sido obra de defensas. Recordemos que Marcelo se erigió el líder de la premporada con tres goles, puesto que los delanteros blancos parecían tener la pólvora mojada, a excepción de Mariano.

El lateral izquierdo brasileño anotó el primer gol de la gira, de penalti, ante el PSG, ajustando el lanzamiento a la izquierda del guardameta parisino, como ya hizo en la tanda de penaltis que, a la postre, dio la Undécima Copa de Europa.

Unos días más tarde, en el partido frente al Chelsea, de nuevo Marcelo abrió la lata. Primero con una diagonal de las que en él es habitual, finalizando la jugada con un potente disparo con su pierna derecha. Solo unos minutos después, una gran combinación con Asensio le abrió todo el carril izquierda para que el brasileño se plantara solo frente al portero y resolviera con la zurda.

En el último partido de la pretemporada, contra el Bayern de Ancelotti y Xabi Alonso, el Madrid ganó por la mínima gracias a un gran gol de Danilo. Jugada parecida a la que hizo su compatriota días atrás, el brasileño trazó una diagonal perfecta y lanzó un trallazo con la izquierda desde fuera del área.

Pero si un defensa madridista sabe lo que es marcar goles ese es Sergio Ramos. Y, además, goles importantes. En la Supercopa del pasado martes, el camero empató el partido en el descuento gracias a un cabezazo a puerta vacía que Lucas Vázquez le puso en bandeja.

Y para redondear la cita, da igual qué lateral juegue, todos tienen llegada arriba, Carvajal robó un balón a Konoplyanka y, en un eslalon que ya forma parte del recuerdo de todos los madridistas, se plantó ante Sergio Rico y le batió con el exterior en el último minuto de la prórroga.

Seis goles anotados por defensas, seis goles que confirman que la zaga del Madrid piensa en evitar goles, pero también en marcarlos, porque el estilo de Zidane es jugar al ataque y todos tienen que sumar.