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Euroliga: Bayern de Múnich 72 - Real Madrid 82

El Madrid sale vivo de la encerrona de Múnich

El Real Madrid ganó con solvencia en Múnich en una cancha que no muchos podrán asaltar gracias a un buen partido de Llull y Randolph.

  • Francisco Rabadán
  • Redactor jefe de deportes. He tenido la oportunidad de cubrir dos Juegos Olímpicos, varios Mundiales de distintas disciplinas y algún que otro All-Star de la NBA con los Gasol. De Córdoba y sin acento.

El Real Madrid ganó con solvencia en Múnich en una cancha que no muchos podrán asaltar. Los blancos parecían tener controlado el duelo tras dos primeros periodos espectaculares de Llull y Randolph llegando a ganar por 15 puntos. El Bayern, sin embargo, reaccionó en el tercer periodo llegando a recortar la desventaja a dos únicos tantos.

En los momentos complicados, Trey Thompkins dio un paso adelante anotando varias canastas balsámicas, mientras que los locales desinflaban conforme pasaban los minutos. Un triple de Rudy en el minuto final puso la puntilla a un duelo que se podría haber complicado, pero que sacó el equipo blanco desde el callo y la experiencia.

El partido comenzó siendo de tempo altísimo. Los dos equipos jugaron de poder a poder, de carrera a carrera, de triplazo a triplazo, viendo el Madrid desafiada su hegemonía a la hora de jugar a los cañonazos. Lo y Barthel neutralizaron un buen inicio de Anthony Randolph para los blancos. 

El destino del partido, sin embargo, iba a cambiar bien pronto en los albores del final del primer cuarto, momento en el que Sergio Llull entró en racha e hizo trizas a los bávaros. El menorquín anotó 17 puntos con un único fallo en el tiro y además dio tres asistencias para estirar la ventaja del Real Madrid hasta el 20-33 tras jugar los 12 primeros minutos sin descanso. 

Las mandarinas del base blanco -que vuelve a estar en su versión top– hicieron mella en un Bayern que se relamía las heridas enfangando el partido con faltas y juego duro. Laso lo vio rápido y metió a Tavares, Taylor y Rudy para contrarrestar tanto cemento armado.

Al Madrid, tras estar tres minutos sin conseguir anotar, le vino bien el cambio de mentalidad. Del ritmo frenético inicial se pasó a un juego espeso donde Thompkins –qué manita– marcó las diferencias para unos blancos que mantenían las ventajas en la línea psicológica de los 10 puntos. Campazzo, sobre la bocina, las ampliaba a 15 al descanso.

El Bayern reacciona

El encuentro volvió a su formato frenético en el inicio del tercer cuarto con un tremendo intercambio de canastas entre ambos contendientes. El Bayern, sin embargo, había aprendido algo del anterior: el Madrid tiende a la relajación defensiva. Y así ocurrió. Los alemanes esperaron a su momento al final del tercer periodo para verse a tan sólo seis puntos.

Y la ola se fue haciendo más y más grande con un ex del Barça como Koponen entrando en racha al inicio del último periodo. Los esfuerzos de Randolph eran insuficientes para impedir la remontada local, al tiempo que Laso decía en tiempo muertos: «Chicos, hemos dejado de defender».

El Bayern se llegó a poner 66-68 y en ese momento el partido se convirtió en una auténtica batalla física. El Madrid volvió a defender, pero no terminaba de tener la frescura ofensiva necesaria para volver a despegarse en el marcador con autoridad hasta que apareció Trey Thompkins y el choque se terminó por la vía rápida. A los blancos les sobra talento para salir vivos de una segunda parte perezosa.