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Brighton 2-3 Atlético de Madrid

Lucas da la victoria al Atlético ‘in extremis’

El Atlético de Madrid se impuso al Brighton por 2-3 en un partido que dominó de principio a fin, pero que se volvió loco al más estilo Premier League de idas y vueltas con los equipos partidos. Los goles de Nico Gaitán, Fernando Torres y Lucas Hernández valieron para que los rojiblancos continúen sin conocer la derrota en pretemporada.

Una vez más saltaba con todo el Cholo Simeone, que para él no existen los amistosos. Descanso para Godín y Lucas por el lesionado Filipe Luis. El once inicial confeccionado por el argentino quedó así: Oblak; Juanfran, Savic, Giménez, Lucas; Gabi, Koke, Gaitán, Carrasco; Griezmann y Torres. Ni el Brighton, recién ascendido y en su presentación, ni el Atlético, invicto en la pretemporada, querían salir derrotados del choque.

Los rojiblancos se mostraron más certeros en la zona ofensiva que en los anteriores encuentros. Al primer cuarto de hora ya se podían contar las ocasiones de los de Simeone. Primero, una falta de Griezmann que atajó Ryan y una doble oportunidad con disparos de Carrasco y del delantero francés.

Carrasco estaba on fire. El extremo belga, partiendo desde el costado izquierdo estaba fino. Dejaba sentada a la defensa rival con sus gambetas eléctricas a su antojo, convirtiéndose en uno de los protagonistas del ataque de los hombres del Cholo Simeone. Y volvió a serlo pasada la media hora, cuando el colegiado del encuentro se comió un penalti clarísimo sobre él, una pena máxima en la que el trencilla en vez de utilizar el VAR debería preocuparse en usar gafas de culo de botella.

El Atlético era claramente superior. Lucas y Juanfran se podían permitir actuar casi como extremos y participando activamente en el juego ofensivo de los colchoneros. Esto daba libertad a Carrasco y Gaitán para moverse por el centro. El argentino, desaparecido hasta el 42’, minuto en el que podría haber sido protagonista, pero todas las miradas se posaron en Ryan.

El ex guardameta del Valencia cometió un fallo garrafal después de un disparo centrado y no muy peligroso de Nico Gaitán. El australiano, propenso a protagonizar momentos así, vio como el chut de Gaitán, repetimos, sin aparente peligro, se le escurrió de las manos y se colaba al fondo de la red. El bueno de Ryan, de héroe a villano.

Segunda mitad, misma dinámica

El gol debió animar a Nico Gaitán, que estuvo más participativo en el segundo acto antes de ser sustituido por Augusto en el 82’. Incluso llegó a participar en el tanto del empate del Brighton, Una falta de Gross fue desviada por el ex del Benfica, poniendo el balón pegado a la madera donde Oblak no pudo llegar a salvar.

Pese al empate del club británico a la hora de juego, el Atlético seguía siendo superior sobre el verde. Aunque con menos ocasiones en ataque, la solidez defensiva continuaba intacta con Giménez y Savic como mariscales de la zaga.

Con las recuperaciones de Juanfran y Vrsaljko, Simeone ha recobrado la plenitud de la banda derecha. Si ante el Liverpool el gol llegaba a centro del croata, ahora era el alicantino el que colgó un balón al punto de penalti que Fernando Torres conectó a la perfección y volvió a adelantar a los rojiblancos. 

Sin cambios multitudinarios

Tras el gol de Torres, Simeone movió fichas. Sentó al Niño, a Giménez y a Godín. Ingresaron en el campo Godín, Thomas y Correa. Unas sustituciones que no aportaron demasiado al juego de los guerreros del Cholo.

Pero para cambios efectivos, los del Brighton. March sacó un centro perfecto desde la banda izquierda, después de superar a Juanfran con un autopase, para que Sidwell, que también acababa de entrar, se impusiera a la defensa colchonera y volviese a poner las tablas en el electrónico.

El equipo estaba partido, y el encuentro roto. El Atlético se contagió del fútbol Premier y pedía a gritos nuevos cambios que diesen un soplo de aire fresco, sobre todo, a la parcela ofensiva. Un robo de Correa a falta de cinco minutos permitió a Griezmann tener una clara ocasión de gol que pudo haber sido definitiva, pero el francés erró la gran oportunidad.

Volvió a fallar otra Griezmann. Pudo haber sido un golazo, pero la fortuna esta vez si sonrío a los de Simeone. Lucas apareció para recoger un rechace, y con la derecha – su pierna mala – sacó una volea cruzada para volver a adelantar a los rojiblancos a falta de un minuto para que se cumpliera el 90’. Después del tanto, lo habitual. Posesiones largas, ganando tiempo hasta que el colegiado señalase el camino a vestuarios, sin haber visto sobre el césped a Vietto y Amath.