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Masters 1000 de Cincinnati

Las lágrimas de un campeón: Carlos Alcaraz rompió a llorar tras perder la final ante Djokovic

Carlos Alcaraz rompió a llorar, desconsolado, tras perder ante Novak Djokovic la final del Masters 1000 de Cincinnati

Djokovic revive ante Alcaraz y conquista Cincinnati en una nueva batalla histórica

Carlos Alcaraz – Djokovic: resultado de la final del Masters 1.000 de Cincinnati

  • Nacho Atanes
  • Redactor de deportes y canterano de OKDIARIO. Desde 2016 cubriendo la información de tenis. También baloncesto, fútbol, ciclismo y otros contenidos.

Carlos Alcaraz sufrió un duro varapalo en la final del Masters 1000 de Cincinnati, en la que cayó ante Novak Djokovic en una batalla de máxima exigencia física y mental que se fue hasta casi cuatro horas de encuentro. El tenista español acabó claudicando por un apretadísimo marcador de 5-7, 7-6, 7-6 favorable a un rival al que tuvo en la lona, y tras el término del encuentro no pudo evitar romper a llorar en el banquillo, fruto de la presión a la que el partido le había sometido.

Alcaraz dejó una de las imágenes de los últimos meses al llorar desconsolado durante unos minutos, los posteriores al término del partido y anteriores a una ceremonia de entrega de premios en la que recuperó la sonrisa, pero donde también se le escapó alguna lágrima al agradecer el apoyo a su equipo y en especial, a su hermano mayor Álvaro, que le acompaña en prácticamente todos los torneos que disputa.

La frustración por la derrota, la oportunidad perdida y la presión de una semana en la que ha tenido que remontar o apurar todos y cada uno de los partidos que ha jugado hicieron explotar a Alcaraz al término de la final ante Djokovic. Acostumbrado a vivir y destacar por su sonrisa, independientemente de la situación, Carlitos pasó a llorar, en un sentido momento en el que se desahogó consigo mismo y que a buen seguro le sirvió como primer paso en el aprendizaje y asimilación de la derrota ante Novak Djokovic.

El motivo de la frustración de Alcaraz

La autoexigencia de Alcaraz lleva al propio tenista murciano a no permitirse el mínimo fallo en un partido. Ante Djokovic lo tuvo, cuando el resultado era de set a favor y break también favorable en el segundo set y Novak mermado por unos mareos que le debilitaron y requirieron de atención médica. Ahí, Carlos se relajó y, break mediante a favor del serbio, colaboró a la resurrección de uno de los mejores tenistas de la historia, que acabaría arrebatándole un titulo del Masters 1000 de Cincinnati que estaba en su mano. Alcaraz, sabedor de lo sucedido, lo mostró primero con rabia en pleno partido y finalmente explotaría, una vez acabada la contienda, con una imagen nada habitual en él, pero que también le dignifica y le acerca al público más si cabe.