El Barça quiere a Jorge Sampaoli sin ‘mochila’

Jorge Sampaoli se ha convertido en el entrenador favorito de los culés para sustituir a Luis Enrique Martínez. Los días de Lucho en Can Barça parecen estar contados si no remonta la situación del equipo tanto en Champions como en Liga. La directiva culé baraja hasta cuatro posibles nombres para el puesto, aunque saben que la baza populista, y al mismo tiempo la que más satisface a Messi, aguarda muchas posibilidades.

Es por ello, que ya le han trasladado a Jorge Sampaoli que si quiere venir a la Ciudad Condal tendrá que dejarse la mochila en Sevilla. Bartomeu y compañía no quieren saber nada de traer a los ayudantes del técnico argentino. El principal punto de conflicto señala a Juanma Lillo –el segundo de Sampaoli– por su cercanía con el ex candidato a la presidencia Luis Bassat. No en vano, el técnico vasco se habría convertido en entrenador culé si hubiese ganado las elecciones de 2003, donde Pep Guardiola también iba en la lista como director deportivo.

El equipo de Sampaoli profesa una especial devoción por un Guardiola que precisamente no acabó nada bien con la actual Junta Directiva. Pep abandonó el Barcelona por la puerta de atrás y no ocultando su desconfianza hacía Rosell y Bartomeu. Uno de los hombres que vivió de cerca aquellos desencuentros fue Matías Manna, un ex periodista –autor del blog ‘Paradigma Guardiola’– que actualmente ejerce de ayudante del cuerpo técnico y de analista de videos. En la directiva recelan de que fuese él quien impulsó al de Santpedor a rajar contra el trato recibido por el Barça en su última temporada.

Otro que está vetado es Íñigo Domínguez, hombre de máxima confianza de Lillo, que comenzó con el técnico vasco en el Almería en 2009 y desde entonces no han separado sus caminos. Pese a tener un papel fundamental en el Sevilla y ser muy querido por los jugadores, Domínguez ya ha entrado en la lista negra que desaconseja su fichaje.

El único que tiene un pase para el Barça

Jorge Desio, el preparador físico y sargento de campo de Sampaoli, se encuentra como el único hombre fuerte del cuerpo técnico del Sevilla al que el Barça estaría dispuesto a hacerle un hueco. Lleva 10 años junto a Sampaoli y en todos los equipos en los que ha estado ha conseguido que el rendimiento físico sea óptimo en todos los momentos. No en vano, tanto Luis Suárez como Messi saben como se las gastaba la Chile del pretendido entrenador. Un equipo que presionaba hasta la extenuación y que tenía el toque y el buen fútbol por bandera.

Bartomeu y compañía, por si fuese poco, han dejado en el aire la opción de incorporar a otros asistentes secundarios de Sampaoli como Martín Tocalli, el analista Jesús Olivera y Lionel Scaloni. Esos puestos están reservados habitualmente a técnicos formados en La Masía, aunque todo es negociable. El Barça no oculta que quiere a Sampaoli, pero si llegara tendría que aceptar que tres hombres fuertes de su actual cuerpo técnico están vetados. Es por ello que Lillo sabe que su camino se separará junto a Sampaoli y ha sugerido quedarse al mando del Sevilla.