El italiano sufrió un desgraciado accidente con 20 años

La historia de Travaglia: de retirarse tras cortarse la mano a amenazar a Nadal en Roland Garros

Stefano Travaglia, rival de Rafael Nadal en la tercera ronda de Roland Garros, tiene detrás de él una historia de superación después de un grave accidente sufrido hace siete años, en el que se rompió arterias y tendones de la mano. El italiano tuvo que retirarse durante un año, pero pudo volver y alcanzar años después su mejor rendimiento

Travaglia Nadal
Stefano Travaglia, en un partido de Roland Garros. (Getty)
Nacho Atanes
  • Nacho Atanes
  • Redactor de deportes y canterano de OKDIARIO. Desde 2016 cubriendo la información de tenis. También baloncesto, fútbol, ciclismo y otros contenidos.

Rafael Nadal avanza con paso firme en su camino hacia el 12+1 en Roland Garros, y en su tercera parada, se encontrará de nuevo con tenista teóricamente desconocido para el gran público. Stefano Travaglia, al igual que sucedió con Gerasimov y McDonald, llega con el cartel de víctima perfecta al partido con Rafa, pero el nivel mostrado en las últimas semanas y su brillante victoria ante Kei Nishikori le otorga un plus, refrendado por una mentalidad a prueba de bombas, explicada desde una historia de superación surgida tras una desgracia que pudo acabar con su carrera deportiva. 

Travaglia sufrió un accidente como apenas 20 años, cuando era una de las grandes promesas de un tenis italiano entonces de capa caída y necesitado de nuevas estrellas. «Fue un descenso que había hecho en numerosas ocasiones, comencé a bajar las escaleras con mi ritmo juvenil, casi saltando, pero yo estaba en pantuflas, por lo que tenía menos adherencia. La señora de la limpieza acababa de terminar su trabajo y el suelo todavía estaba resbaladizo, además estaba oscuro. Me alejé volando, empujando mis manos hacia adelante por instinto, cayendo sobre la ventana que se extendía a ambos lados de las dos rampas», recordaba el tenista de Ascoli en una entrevista con Il Tenis Italiano.

“No sentí dolor, sí que sentí algo de pena porque vi demasiada sangre y sabía que algo grave había sucedido. Entonces vi mi brazo y, de los siguientes momentos, honestamente recuerdo poco. No me había desmayado, aunque tampoco era del todo consciente. El vidrio me cortó las arterias y los tendones, apenas tenía veinte años», añadía Travaglia sobre lo acontecido.

Los médicos pronto intervinieron para tratar de salvar los cortes, que habían provocado lesiones muy importantes en el brazo, hasta el punto de hacer peligrar seriamente su carrera deportiva. Las esperanzas llegaron por parte del doctor, pero sólo von respecto a la movilidad de la articulación de Stefano, no en términos deportivos.  acerca del suceso. «Podrás volver a mover la mano y el brazo. Te hace falta una recuperación de 2-3 años», aseguró en un principio, con una predicción que por suerte para Travaglia, no se iba a cumplir.

Regreso al máximo y cita con Nadal

Pasados doce meses de su gravísima lesión, Travaglia regresó de su retiro obligado, dispuesto a volver a la senda del triunfo, esta vez al más alto nivel. Sin embargo, el camino aún le iba a deparar complicaciones al rival de Nadal. «Recuerdo al principio ver mis dedos moverse, pero no los sentía. Con el tiempo por fin comencé a golpear la pelota y después de muchos meses volví a jugar algunos juegos. Había perdido todos los puntos de la clasificación, había bajado al cero absoluto, ya no era nadie, no tenía ni pasado. Pero no me importó, me sentí como un atleta y disfruté ese momento, simplemente», afirmaba recordando su historia, siempre con la perseverancia y la confianza en su recuperación como pilares.

Travaglia pudo finalizar su recuperación, y en 2020 está alcanzando sus mejores resultados, en forma de explosión tardía a sólo un año de llegar a la treintena. Situado en el número 74 del ranking, el objetivo de Stefano, una vez asegurada su presencia en el cuadro final y tras conocer el sorteo de este, fue citarse con Rafael Nadal en tercera ronda. Entre medias, una victoria sólida ante Pablo Andújar y un duelo de casi cuatro horas en el que tumbó a uno de los capos del circuito, Kei Nishikori. El premio, un duelo con el mejor tenista de la historia en tierra, un partido para disfrutar después de todo lo sufrido.

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