La dura realidad de Ocon en Haas y sus primeros lloros: «Es muy difícil pilotar este coche»
El piloto francés ya se queja del monoplaza de su nueva escudería
El ex de Alpine ya nos tenía acostumbrado a este tipo de radios durante su etapa como compañero de Fernando Alonso
Lewis Hamilton se llevó la pole al sprint en Shanghái


Esteban Ocon vive una nueva realidad muy dura en Haas. Cuando Alpine decidió prescindir de él para este Mundial de Fórmula 1 2025 era por algo, y es que el piloto francés ha demostrado con sus actuaciones de los últimos años que no está para más que para el peor equipo de la parrilla a día de hoy. Sus inicios con la escudería americana están siendo difícil de empeorar y después de quedarse a cero en Australia (decimotercero y sólo por encima de su compañero Oliver Bearman) este viernes ha cuajado una pésima sesión de clasificación al sprint en la que ha firmado el tercer tiempo más bajo (1:32.651).
Saldrá así decimoctavo en la carrera corta, muy por debajo del debutante Bearman (duodécimo), su compañero en esta dupla renovada al completo de Haas. Además de firmar un cronómetro muy malo, Ocon comenzó a dejar destellos del piloto llorón que era en Alpine cuando componía la pareja del equipo francés con Fernando Alonso. Sus quejas al ser apeado de la primera batalla del Gran Premio de China mostraron la cara más común del galo, que no es otra que echar las culpas a sus ingenieros.
«¿Está todo bien con el coche? Porque es muy difícil de pilotar», preguntaba Ocon por radio al ser eliminado en la SQ1, a lo que encontró la siguiente respuesta de su ingeniera de pista: «Lo miramos cuando vuelvas». Su regreso al garaje, al igual que sus primeros lloros con Haas, no tardó demasiado en producirse, ya que no pudo superar ni siquiera un primer corte que sí logró Bearman con el décimo tiempo.
El británico, que vivió un calvario en Melbourne para poder finalizar su primera carrera, llegaba a la clasificación del sprint sin ninguna vuelta rápida ensayada en los entrenamientos, pero su primer intento ya le valió para conseguir un gran tiempo y dar una lección a Ocon, cuya única faceta destacable es su velocidad en la prueba cronometrada.