Doncic apaga el fuego en el infierno de Estambul (78-80)

• Nacho Atanes @nacho_atanes
• Redactor de deportes y canterano de OKDIARIO. Desde 2016 cubriendo la información de tenis. También baloncesto, fútbol, ciclismo y otros contenidos.
• • 29/12/2016 19:57
  • Actualizado: 29/12/2016 19:57

A la tercera fue la vencida. El Real Madrid superó todos los inconvenientes posibles y se hizo con el triunfo en el Abdi Ipekci de Estambul frente a un Anadolu Efes que acabó sucumbiendo (78-80) ante la figura de Luka Doncic, que cuajó su mejor actuación en Euroliga para demostrar que ya es uno de los mejores jugadores del continente, con solo 17 años. La victoria era obligada y la imagen y el resultado acompañaron a un equipo que dio la talla. 

El encuentro era un punto de inflexión y a pesar de las bajas, entre ellas la de Sergio Llull a última hora, la imagen debía ser inmejorable. Los titulares que eligió Pablo Laso comenzaron activos en ambos aros y se tradujo en un 0-6 inicial que no permitió al Efes anotar hasta pasados los dos minutos de partido. La labor de Felipe Reyes en los tableros ejerció de sostén para el Madrid ante los americanos del Efes que, liderados por Paul y Brown, pronto pusieron las tablas y lograron mínimas ventajas frente a un Madrid que seguía haciendo su trabajo con paciencia e intensidad.

El desacierto de algunas piezas clave como Ayón, que se cargó pronto de faltas y Carroll, impedía a los blancos tomar las riendas del partido, pero siempre manteniendo el rebufo y con opciones de agarrar el liderato al mínimo fallo. Un palmeo exitoso de Taylor tras una jugada de circulación notable ya con la segunda unidad en pista servía para ejemplificar la labor coral de un Madrid a la espera de que alguien tomara el relevo de Llull como estilete.

El caos se apoderó de los primeros minutos del segundo cuarto, donde ambos equipos optaron por la locura y las decisiones forzadas que se tradujeron en pérdidas que activaron las defensas de cara a los siguientes minutos. Hunter ejerció de rey en la locura y con cuatro robos demostró sus condiciones intimidatorias y sus rápidas manos para favorecer al Madrid, que con cuatro puntos de Rudy se acercó a un marcador cuyo liderato estaba vetado debido a dos acciones de Heurtel y Granger que rozaron la heroica.

El descanso se acercaba con todo muy igualado y un triple de Taylor, que parece otro en el último mes, y varias defensas exitosas precedieron a dos puntos de Rudy desde la línea de tiros libres que le daba una mínima ventaja al equipo blanco al término de los veinte primeros minutos que se saldaban con un notable para el Real Madrid.

El guión más perjudicial posible para el Madrid se cumplió en el inicio del tercer cuarto. Dos decisiones malas en ataque se tradujeron en pérdidas y en un minuto fatídico para los intereses madridistas y para la imagen de los árbitros, que señalaron dos faltas antideportivas a Felipe y Ayón –su cuarta falta– y dos técnicas al banquillo madridista que derivaron en una ristra de tiros libres que permitió despegarse al Efes.

Sin embargo, el equipo blanco había venido a Estambul a ganar y Luka Doncic dejó su impronta para quitarle el protagonismo a los árbitros con siete puntos consecutivos que volvieron a igualar el luminoso. Una batalla de triples, con Thompkins y Osman como protagonistas, inflaron un marcador hasta entonces escaso y que se marchó al parón con Efes liderando pero con todo por decidir (63-61).

Héroe Doncic y guardaespaldas Ayón

La tensión se asemejaba más a un partido de cuartos que a uno de la primera fase, y la igualdad reinaba en un marcador que iba cambiando de líder prácticamente en cada ataque. El fallo de Efes en tiros libres permitió que el Madrid no se marchara del partido. La soltura no estaba siendo la mayor característica del ataque merengue, pero dos triples de Rudy permitieron sobrevivir en tablas durante varios minutos.

Ya en los decisivos para el triunfo, Honeycutt respondía a un canastón de Ayón, de nuevo en pista después de muchos minutos en el banco por problemas de faltas, para adelantar a Efes con menos de tres minutos por jugar. Podía pasar cualquier cosa y lo que pasó fue Luka Doncic. Una vez más y como si fuera el jugador con más galones de Europa, tomó la responsabilidad y metió dos canastas al límite que solo tocaron las redes de Anadolu.

La presencia de Ayón en el rebote y la buena defensa coparon el penúltimo ataque de Efes con el Madrid dos arriba, pero una incomprensible pérdida de Carroll le dio una última oportunidad a los turcos de empatar o incluso ganar. Lo impidió el Titán, que estuvo enorme en los minutos finales, el que taponó la bandeja de Heurtel para cerrar la victoria, sufrida y merecida, del Real Madrid, con Luka Doncic como el rey adolescente que ya teme toda Europa.