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Llevaba once meses sin ser titular

Dembélé da la razón a Koeman: otro partido ‘invisible’ 325 días después

Ousmane Dembélé volvió a la titularidad con el Barcelona once meses después, pero no pudo hacerse protagonista en un encuentro en el que se vio eclipsado por la otra novedad en el once, el jovencísimo Pedri. El galo, eso sí, completó una hora de partido sin lesiones

  • Nacho Atanes
  • Redactor de deportes y canterano de OKDIARIO. Desde 2016 cubriendo la información de tenis. También baloncesto, fútbol, ciclismo y otros contenidos.

Koeman parece dispuesto a recuperar a Ousmane Dembélé para la élite del fútbol. El extremo francés, hace no tanto una de las grandes promesas del panorama mundial, volvió a la titularidad con el Barcelona en Getafe tras once meses perdido entre lesiones y constantes actos de indisciplina que no le han otorgado ningún tipo de peso a su rendimiento en el terreno de juego. Dembélé estuvo discreto, y la mejor noticia fue que no tuvo ningún tipo de molestia durante la hora que le otorgó su entrenador.

Ante el Getafe, Koeman optó por las rotaciones en su línea de ataque y Dembélé fue la alternativa a Ansu Fati en banda izquierda. El francés era la gran novedad con permiso del bisoño Pedri y su actividad en los primeros minutos de partido dejó constancia de un intento de cambio de actitud para abandonar los malos hábitos. A Ousmane se le vio falto de ritmo, como podía parecer lógico, pero dejó más de un detalle de una calidad que no se pone en duda. Todo lo contrario que su compromiso.

Sin demasiada pegada, algo que no ha sido una virtud, sobre todo desde que llegó al Barça, a Dembélé le faltó congeniar algo más con Messi, eje central de cualquier ataque azulgrana, para alcanzar un notable que sí vio Pedri, mucho más dinámico y moviéndose entre líneas en busca del área rival. Ousmane se adentró constantemente con balón de fuera a dentro, limpiando el ataque del Barcelona.

Sin lesiones… ni protagonismo

La mejor noticia con respecto a Dembélé, sin embargo, fue que no sintió ninguna molestia. El francés necesita cuanto antes quitarse el sambenito de ‘jugador de cristal’ y aunque parezca algo exagerado, no lesionarse en un partido ya es algo para celebrar en Can Barça con respecto al extremo. El Coliseum abrió en septiembre de 2017 un calvario de lesiones que ha reducido al extremo la producción y el valor de mercado de un jugador que debe comenzar su ascenso para volver a lo que prometía antes de su llegada a Barcelona.