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Final Mundial de Clubes: Chelsea-PSG

Un Chelsea mundial aplasta al PSG

Resultado: Chelsea 3-0 PSG

El equipo inglés destrozó a un PSG irreconocible con un colosal Palmer

Así te hemos contado en directo la final del Mundial de Clubes

  • Luis Cobos
  • Jerezano con sangre madrileña. Redactor de deportes. Graduado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid. Amor eterno por la pelota.

El Chelsea se proclamó campeón mundial en Nueva Jersey después de aplastar, por sorpresa, a un PSG irreconocible. El equipo inglés hizo un partido perfecto gracias al gran planteamiento de Maresca y superó en todo a los de Luis Enrique. Un colosal Cole Palmer se zampó al cuadro parisino antes del descanso con un doblete magistral y una asistencia a Joao Pedro. La gran defensa blue aguantó los 90 minutos sin recibir gol ante unos jugadores del PSG que tuvieron muy mal perder con la agresión de Neves a Cucurella que terminó con roja directa.

3-0 le metió el Chelsea al PSG. Increíble, pero cierto. El campeón de Europa, después de meterle cuatro al Real Madrid, se vio muy superado por los de Maresca. La final duró 45 minutos y no hubo color. El campeón de la Conference se convierte de esta manera en el primer campeón del gran Mundial de Clubes que hemos vivido este verano en Estados Unidos. Los ingleses no sufrieron en ningún momento.

La final del Mundial de Clubes, con una puesta en escena impresionante, celebró su primera gran edición en un Metlife de Nueva Jersey a rebosar. Luis Enrique repitió el once que goleó al Real Madrid y Maresca reforzó el centro del campo de su Chelsea.

El planteamiento inicial de Enzo Maresca fue perfecto. Leyó el partido a la perfección y empezó siendo superior a un PSG desconocido. El Chelsea estaba defendiendo muy bien y realizando una gran presión. Estaban en todos los lados los blues, no dejando estar cómodo al equipo francés y atacando todas sus debilidades.

Palmer tuvo la primera gran ocasión del partido en el minuto ocho de juego con un disparo lejano que se fue desviado por muy poco. Los ingleses eran mejores. Aun así, avisó Doué en el 17 con un buen disparo, centrado eso sí, que atrapó Robert Sánchez con una parada descomunal.

Palmer destroza al PSG

El Chelsea estaba empezando a crearle ocasiones de peligro a un PSG muy incómodo. Y en el minuto 22 se descorchó el champagne en Londres. Cole Palmer se puso la capa de líder e hizo el 1-0 con un golazo digno de su clase. Un pase a la red que repitió siete minutos después para firmar el 2-0. El talento inglés estaba destrozando al PSG. Otro golazo haciendo lo que quería en el área de Luis Enrique.

La cara del técnico asturiano era un poema. No encontraba soluciones y su equipo, el mejor de Europa, estaba desaparecido e irreconocible. Maresca lo estaba consiguiendo. La sorpresa saltaba a lo grande en Nueva Jersey. El Chelsea estaba goleando al campeón de Europa y máximo favorito en la final. Joao Pedro firmó al filo del descanso el 3-0 con una vaselina preciosa tras un pase magistral de Palmer. El inglés estaba colosal.

El PSG reacciona… sin gol

No hizo cambios al descanso Luis Enrique, pero el cuadro parisino salió con otra imagen al campo. No tenía otra. Estaba obligado a reaccionar con tres goles en contra. Kvara tuvo una buena ocasión en los primeros compases, pero Robert Sánchez despejó.

Mejor fue la parada de Robert en el 51 a Dembélé. Era un gol cantado del francés y el portero español la sacó de manera milagrosa. Estábamos en otro partido. El PSG estaba apretando de lo lindo buscando recortar distancias de todas las maneras posibles.

Hizo Luis Enrique su primer cambio en el 58 sacando a Barcolá por Kvara. El georgiano hizo mal partido. El cuadro parisino había reaccionado, pero no encontraba la puerta. No encontraba soluciones el entrenador española ante un Chelsea que seguía defendiendo muy bien. El técnico español buscó a la desesperada un triple cambio en el 73. Entraron Gonzalo Ramos, Mayulu y Zaire-Emery por Hakimi, Doué y Fabián.

El PSG acabó desesperado. Tanto, que Joao Neves terminó expulsado por tirarle de los pelos a Cucurella. El equipo francés estaba irreconocible en todos los sentidos.