Mundial de Clubes: Benfica 1-4 Chelsea

El Chelsea firma la tormenta perfecta… tras un susto

El Chelsea se ha clasificado para los octavos de final del Mundial de Clubes tras ganar al Benfica en la prórroga

El partido se paró a seis minutos del final al activarse el protocolo de tormenta eléctrica una hora y 55 minutos y, tras reanudación, empataron los lusos forzando la prórroga

Así está el cuadro del Mundial de Clubes

Benfica Chelsea
El Chelsea celebra un gol. (Getty)
Iván Martín

El Chelsea ya está en los cuartos de final del Mundial de Clubes tras superar al Benfica en la eliminatoria de octavos. Los goles de Reece James, Nkunku, Pedro Neto y Kiernan Dewsbury-Hall, estos últimos en la prórroga, dieron la clasificación a los ingleses. Los de Londres se medirán en la siguiente eliminatoria a Palmeiras, que eliminó a Botafogo en un duelo que se decidió en el tiempo extra. El encuentro se detuvo una hora y 55 minutos al activarse el protocolo de tormenta eléctrica.

El Chelsea ganó un partido en el que fue mejor que un Benfica que decidió que Álvaro Carreras no iba a jugar ni un solo minuto en esta eliminatoria de octavos de final. Curioso, cuanto menos. Los ingleses dominaron el encuentro, que en ningún momento fue especialmente vibrante, de principio a fin, y tuvieron las mejores ocasiones, especialmente con Cucurella, que gozó de dos grandísimas oportunidades para adelantar a los británicos. Pero primero se topó con António Silva, que sacó la pelota bajo palos, y después con una excelente mano de Trubin. Los lusos sobrevivieron y se marcharon al descanso con la convicción de que lo mejor era el resultado.

Tormenta tras los rayos

En el segundo tiempo, el Chelsea continuó siendo superior. Dominaba y creaba, pero no encontraba el gol. Hasta que por fin se hizo justicia pasada la hora de partido. A los 64 minutos, Reece James ejecutó un disparo de falta desde el lateral que engañó a Trubin, quien no se esperaba que la pelota entrara por su palo, y terminó dentro de la portería.

El Benfica lo intentó tímidamente con la figura de Pavlidis, pero los lusos no estuvieron bien y no eran capaces de encontrar el empate. Mientras tanto, el Chelsea estuvo cerca de sentenciar el partido, pero el gol de Delap fue anulado por fuera de juego. Hasta que se tuvo que parar el encuentro a falta de seis minutos para el 90, al activarse el protocolo por tormenta eléctrica. Tras una hora y 55 minutos en la que todo se detuvo, ambos equipos volvieron al césped, y se desató la tormenta de verdad.

Una prórroga de locura

El Benfica buscó decidido el empate y lo encontró cuando una pelota golpeó en la mano extendida de Malo Gusto en el tiempo de descuento. Di María no falló desde los once metros, empatando un encuentro que se marchó, contra pronóstico, a la prórroga.

En el tiempo extra también hubo emociones fuertes, cuando Prestianni cometía una falta muy dura a los dos minutos de la prórroga y veía la segunda amarilla. El Benfica tuvo que afrontar 28 minutos con uno menos, pero a través de las contras puso en más de una ocasión en jaque a un Chelsea visiblemente bloqueado.

Tras el descanso de la prórroga, imperó la lógica de nuevo. Nkunku, tras una jugada embarullada, encontró el camino del gol para poner de nuevo a los londinenses por delante y cerrar, esta vez sí, la clasificación para los octavos de final del Mundial de Clubes. Pedro Neto y Kiernan Dewsbury-Hall firmaron la sentencia en el tramo final del tiempo extra.

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