SEGUNDA B: RAYO MAJADAHONDA VS CASTILLA

El ‘Pajarito’ Valverde marca y el Castilla vuela (0-1)

Castilla
El Castilla celebra el gol ante el Rayo Majadahonda (Realmadrid.com)
Iván Martín

Día importante el que tenía por delante el Castilla. De esos donde se empiezan a ver cuales son los objetivos reales de un bloque lleno de calidad, aunque con las taras normales de cualquier filial. Los chicos de Solari llegaban como cuartos clasificado al Cerro del Espino, pero en un grupo II tremendamente igualado una derrota te puede llevar a zonas mucho menos agradables en la tabla clasificatoria. Al otro lado, un rival que no era el más cómodo ni muchos menos. Un Rayo Majadahonda que sigue soñando en grande y con ganas de hacerse fuerte en su feudo. Pero estos jóvenes se hacen mayores partido a partido.

El encuentro comenzó tremendamente parejo. El respeto imperaba en ambas escuadras. Unos consientes de que un error ante estos ‘niños’ puede costar un partido. Los otros sabedores de que la veteranía es un grado. Este año el Castilla sabe mucho de eso. Por ello, se tuvo que esperar media hora para ver la primera ocasión clara del partido. Y cayó del lado blanco. Sergio Díaz recibía un pase de la muerte de Nikos y, solo, con la portería toda para él, mandaba de forma incomprensible el balón por encima del travesaño. Era más difícil fallarla que meterla. Pero la erró. Y el empate se mantendría. Solari gritaba «bien, Sergio, bien» desde la banda, pero el falló fue de aúpa.

Con el error todavía muy fresco en el lado madridista, se llegaba al final de una primera mitad donde todo estuvo muy parejo, aunque la realidad es que el Castilla pudo ser mejor en varias fases del encuentro. Eso sí, no lo aprovechó y en el fútbol ya se sabe que cuando se perdona se suele pagar. Con ese runrún marchaba el segundo equipo madridista al vestuarios. Por otro lado, los locales eran conscientes de que habían salido vivos, aunque debían mejorar. Y lo hicieron.

Y pió El Pajarito

El segundo acto comenzaba con variaciones. Jorge Félix entraba al terreno de juego y la primera que tuvo, a los pocos segundos de comenzar, se estrelló en el poste defendido por Luca Zidane. Ahora el que respiraba aliviado era el Castilla. A ocasiones claras también empatados, comenzaba un partido nuevo donde el Madrid demostró que ya no es ese equipo que pierde puntos por errores infantiles. La victoria era el objetivo, pero no estaban dispuestos a salir de Majadahonda con una derrota.

Entonces fue cuando empezaron a jugar como hombres. El Rayo parecía el filial y el filial el equipo experimentado. Cero ocasiones concedidas y un compromiso pocas veces visto. Sergio Díaz, que ni mucho menos tuvo su mejor día, Nikos, Enzo o Febas, éste último siempre lo hace, se sacrificaban en defensa. Cada balón era la vida y el fútbol se lo recompensó. Fede Valverde, ya recuperado de su esguince de rodilla, fue el encargado de hacer el gol de la victoria con un zapatazo imparable a 12 minutos del final. Pero el Castilla todavía no se podía permitir el lujo de sonreír.

Quedaba aguantar el resultado ante un equipo que estaba decidido a empatar, pero no contaban con el oficio de los canteranos. Impresionantes en defensa durante los últimos compases de la contienda. Y cuando el Rayo la tuvo, la suerte le sonrió mandando el balón por la línea del fondo pegado al poste. Así el Castilla consiguió tres puntos más, sumando la segunda victoria consecutiva y el segundo triunfo de la temporada lejos de Valdebebas. Pero sobre todo, lo que se llevó a casa fue una lección de cómo debe competir un equipo que quiere subir a Segunda División. Y es que, este Castilla de la mano de Solari se hace mayor.

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