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El Cadete A del Real Madrid puede con todo: campeones de España después de un ingreso masivo

  • Nacho Atanes
  • Redactor de deportes y canterano de OKDIARIO. Desde 2016 cubriendo la información de tenis. También baloncesto, fútbol, ciclismo y otros contenidos.

Con todo y contra todo. El Cadete A del Real Madrid de baloncesto se proclamó campeón de España después de derrotar al Barcelona en una apretadísima final que se decidió por 98-95 para los pupilos de Rubén Sánchez. Las jóvenes promesas madridistas, sin embargo, tuvieron que afrontar un escollo si cabe más duro para poder levantar el título en Lleida, y es que ocho jugadores tuvieron que ser ingresados antes de los octavos de final con problemas estomacales. 

Después de jugar y vencer al Loiola Indautxu 01, los miembros de la expedición madridista comenzaron a sentirse mal, hasta el punto de tener que acudir al hospital, donde permanecieron ingresados ocho jugadores blancos, provocando la decisión de la organización de atrasar el partido que debía jugar el Madrid frente al Unicaja Rincón Fertilidad de las 18:30 horas a las 21:00 horas, con el objetivo de que se puedan recuperar el mayor número de jugadores.

Por suerte, los médicos detectaron el problema a tiempo y pudieron recuperar a los madridistas, que se impusieron a Unicaja en un encuentro en el que destacó sobremanera la gran perla de la cantera blanca, Usman Garuba, autos de 22 puntos y 12 rebotes, en un campeonato en el que compite con jugadores un año mayores que él. Después de un pleno de triunfos en su grupo, el Cadete del Real Madrid se plantaba en la antepenúltima ronda, donde ya nadie iba a poder pararlos.

Con un holgado triunfo en cuartos frente al Betis y una trabajada victoria frente a la Canterbury Academy en semifinales, el Barcelona esperaba en la finalísima con un Clásico que se iba a decidir por el acierto de Mario Nakic, autor de 29 puntos, y la fortaleza en la zona de Golden Dike, condecorado como MVP del partido decisivo. El Real Madrid levantaba la copa como campeón de España con una felicidad y satisfacción extremas, conscientes de lo mucho que había habido que sufrir para confirmarse como los mejores cadetes del país.