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Liga EA Sports: Osasuna - Barcelona

El Barcelona sale vivo del encierro

El Barcelona se ha llevado una trabajada victoria de su visita a Osasuna gracias a un penalti convertido por Robert Lewandowski en el minuto 86 (1-2). Antes, Koundé había adelantado a los visitantes y Chimy Ávila había empatado provisionalmente en El Sadar. Triunfo sin brillo de un Barça liderado por Frenkie de Jong en el día que debutaron los últimos fichajes a disposición de Xavi Hernández. Los azulgrana se mantienen a dos puntos del Real Madrid en la clasificación de la Liga y evitan las primeras dudas antes del parón de selecciones.

Xavi confió en 10 de los 11 hombres que salieron victoriosos de Villarreal, incluido el bisoño Lamine Yamal a pesar de que Raphinha ya estaba de vuelta tras su sanción. El brasileño se sentó en el banquillo junto a los últimos en llegar, los Joaos, Félix y Cancelo. Balde por Marcos Alonso en la banda izquierda era la única variación. En cuanto a Osasuna, Jagoba Arrasate revolucionaba al equipo metiendo hasta nueve cambios respecto al equipo que se despidió de la Conference League en Bélgica.

Ni un minuto llevaba el balón en juego cuando Frenkie de Jong lo estrelló contra el palo. No atinó el holandés en una ocasión clara, pero aún más clamoroso fue el error de Lewandowski en el balón rechazado que mandó al cielo de Pamplona. El polaco es ahora mismo una sombra del ariete que hace un año deleitaba en sus partidos con la camiseta azulgrana.

Poco después marró otra muy clara Gundogan y desde ese momento el partido viró a favor de Osasuna. Guiado por los finos tobillos de Aimar Oroz y Rubén García, el equipo navarro no necesitó ni el 30% de posesión para dar la sensación de que dominaba el partido. Avisó un ex del Barça, Arnaiz, y perdonó Oroz a la media hora. Remató solo en el punto de penalti, pero directo a la mano de Ter Stegen.

El campeón volvía a espesarse en uno de sus campos que históricamente le ha resultado indigesto. Tan solo De Jong daba sensación de comodidad, mientras Gundogan se desesperaba ante la falta de claridad y Yamal no encontrar ni una grieta para hacer daño por la banda derecho. Cuando ya asomaba el descanso, Koundé marcó un gol de los llamados psicológicos, que a saber qué diablos significa eso, rematando a la red un córner botado por Gundogan. Los rojillos pidieron falta del francés, Ortiz Arias dijo que nanai y el Barça ganaba los vestuarios con ventaja y pocos méritos para haber llegado a ella.

Empata Chimy y contesta Lewandowski

Lo más destacado al inicio de la segunda parte fue el choque entre Rubén García y Gavi que dejó al segundo con la oreja sangrando. Mala manera de celebrar su partido centenario en el Barça, el más joven que lo consigue en toda la historia del club. Xavi pronto agitó la coctelera metiendo al debutante Cancelo y a Ferran Torres en lugar de Sergi Roberto y un invisible Lamal. Respondió Arrasate dando la alternativa al más picante de todos, Chimy Ávila.

Osasuna se lanzaba a la carga empujado por un Sadar rabioso y solo le faltaba más finura en los metros finales para inquietar a Ter Stegen. Salvo De Jong, el mejor de su equipo con diferencia en este arranque de temporada, ningún jugador con camiseta azul encontraba claridad ni forma de romper el cemento rojillo. El Barça necesitaba un calambrazo o sabía que estaba condenado a sufrir en la recta final del choque. Pero fue el Chimy quien le metió electricidad al partido, y de qué manera.

En el minuto 75, el argentino enganchó un balón en la frontal, se fue centrando a base de amagos y soltó un disparo espectacular que tocó en el palo izquierdo antes de entrar. Imposible para Ter Stegen y coherente con lo que Osasuna estaba mereciendo. Las prisas habían cambiado de bando y Xavi reaccionó haciendo debutar también a Joao Félix, pero fue De Jong, quién si no, el artista requerido.

El holandés filtró un pase perfecto a Lewandowski, que la bajó con el pecho y, cuando se disponía a batir a Aitor Fernández, fue derribado con el brazo por Catena. Penalti y expulsión del defensa de Osasuna previa consulta al VAR del árbitro para cambiar elevar el color de la tarjeta de amarilla a roja. El polaco puso el 1-2 engañando al portero.

Xavi completó su trío de debuts metiendo a Iñigo Martínez y el vasco se estrenó agarrando a Budimir en la frontal en una jugada muy similar a la del penalti, pero esta vez Ortiz Arias no sopló el silbato, él sabrá por qué. Un Osasuna con diez jugadores tenía otros tantos minutos de descuento para ir a por la heroica, pero no quedaban fuerza para una empresa tan exigente y el partido murió en las manos del Barça.