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Jornada 14 de Liga

El Barça se diluye en cinco minutos en Balaídos

Los hombres de Hansi Flick sucumbieron ante el Celta en los últimos compases a raíz de la expulsión de Casadó

El Barça deja escapar un triunfo que tenía en su mano y sigue demostrando su dependencia en Lamine Yamal

Soto Grado no pita un penalti claro sobre Aspas y le perdona dos veces la expulsión a Gerard Martín

  • Jesús Buitrago
  • Redactor de deportes. Apasionado de los viajes con miles de kilómetros de experiencia a mis espaldas tras recorrer los cinco continentes y más de 100 países.

El Barcelona regaló este sábado un empate (2-2) ante el Celta en Balaídos cuando vencía 0-2 en el minuto 84. Los hombres de Hansi Flick se desmoronaron en los últimos compases del partido a raíz de la expulsión de Marc Casadó y encajaron dos goles evitables en apenas dos minutos que hicieron diluirse al conjunto azulgrana.

En el primer tiempo, el partido estuvo marcado por la polémica por el arbitraje de Soto Grado, quien perdonó hasta en dos ocasiones la expulsión del canterano culé Gerard Martín. El lateral izquierdo era la principal novedad de Flick en el once en detrimento de un Balde que padecía molestias musculares y era duda para salir de inicio.

El que no viajó nuevamente con el equipo fue Lamine Yamal, quien sigue de baja recuperándose de su lesión. Había dudas sobre si los culés son mucho menos sin la presencia en el campo del internacional español, pues Flick pierde poder en su idea de juego, y el Barça ha vuelto a demostrar que sin Lamine no hay paraíso.

El líder llegaba a un Balaídos que registró la mejor entrada de esta temporada con un total de 24.573 aficionados. Los azulgrana buscaban mantener su ventaja en lo más alto en la tabla con un Real Madrid recortando distancias y con el ánimo de resarcirse tras la última derrota sufrida frente a la Real Sociedad antes del parón de selecciones. En San Sebastián, el Barça no tiró entre los tres palos en todo el choque y dejó escapar una racha de siete victorias consecutivas entre Liga y Champions. Además de los tres puntos, los azulgranas también perdieron a un Frenkie de Jong que se volvió a lesionar.

El Celta arrancó el partido atosigando a un Barça que no lograba hacerse con la posesión en los primeros compases del choque. Tal fue la presión ejercida por los hombres de Claudio Giráldez que Iago Aspas, el hombre gol del conjunto gallego, falló un gol cantado a los tres minutos. Mingueza centró al punto de penalti y Iago Aspas, completamente solo, cruzó demasiado el balón a la izquierda de la portería de Iñaki Peña cuando Balaídos ya cantaba el gol.

Y es que el conjunto azulgrana jugaba con la línea defensiva muy adelantada, como es habitual con Flick, mientras el Celta procuraba no incurrir en fuera de juego. La ocasión clamorosa desperdiciada por Aspas despertó a los hombres de Hansi Flick, que poco a poco empezaron a carburar y logró imponer su ley.

Efectividad de los de Flick

En una jugada aislada en el minuto 14, el líder de la Liga golpeó en Balaídos en la primera que tuvo. Koundé hizo un pase largo al espacio, el cual no midió bien Mingueza, dejándole el mano a mano prácticamente servido a Raphinha. Y el extremo derecho culé, tal y como está, no falló en su duelo ante Guaita con un gran disparo cruzado. Gran efectividad de los de Flick. Ocho goles del internacional brasileño en Liga, que ya es su mejor registro con el Barcelona.

Jarro de agua fría para un Celta que no decayó y siguió con el mismo plan de partido. Los gallegos casi igualan la contienda cuatro minutos después del gol recibido con un disparo de Ilaix Moriba desde fuera del área que obligó a meter una buena mano de Iñaki Peña para evitar el 1-1. El balón del mediocentro guineano ya se dirigía a la mismísima escuadra.

También en el minuto 22 la tuvo Bamba. Filtró Douvikas para la entrada del marfileño en el corazón del área rival, pero su remate, yendo con todo al suelo, se fue cerca del larguero. El Barça seguía respirando y con la ligera ventaja en el marcador.

Posible expulsión de Gerard Martín

La primera polémica del partido llegó en el minuto 27 con una caída de Aspas dentro del área, que reclamó un empujón de Gerard Martín (que ya tenía tarjeta) dentro del área azulgrana. No vio nada punible Soto Grado. Jugada muy al límite.

El Celta tuvo otra intentona más en los pies de Bamba a los 34 minutos, pero esta vez su centrochut se le fue directamente por línea de fondo. El partido se estaba convirtiendo en un auténtico correcalles, con un conjunto gallego sabiendo romper la línea de fuera de juego del Barça y realizando temidos contraataques, pero sin llegar a ser efectivos y perdonando demasiado.

Todo lo contrario que el equipo culé, que sí estaba aprovechando las pocas ocasiones que le permitía su rival. De hecho, el colegiado anuló un golazo de Lewandowski en el minuto 40. El delantero polaco realizó una preciosa vaselina ante Guaita, pero estaba claramente adelantado al inicio de la acción.

Antes de llegar al descanso, Gerard Martín se volvió a jugar claramente la segunda amarilla. El canterano del Barcelona llegó tarde en una entrada a destiempo que realizó a Aspas, y que provocó la indignación de todo Balaídos. Entre las protestas de los celtiñas pidiendo la expulsión, un Aspas desquiciado fue amonestado con cartulina por Soto Grado que enfureció al ’10’ del Celta. El capitán celeste tuvo que ser separado por sus compañeros al finalizar el primer tiempo para evitar males mayores para su equipo, pues Aspas ya se dirigía a pedirle explicaciones al árbitro.

Pitada a Soto Grado

La segunda parte prometía ser apasionante. Antes de que volviese a rodar el balón, Balaídos dedicó una sonora pitada al colegiado por las dos polémicas acciones del primer tiempo. Por otro lado, al Barcelona no le benefició el descanso, pues arrancó con dudas en las transiciones del balón y con un Aspas olvidando el incidente del primer tiempo y volviendo a hacer de las suyas.

El capitán del Celta buscó sorprender en el 53 a Iñaki Peña y casi logra un golazo. Iago vio adelantado al guardameta azulgrana, pero su disparo desde el centro del campo se fue cerca del palo derecho de la portería.

Cuando parecía que el empate de los gallegos llegaría más pronto que tarde, apareció la figura de Lewandowski, que congeló Balaídos. El máximo goleador de la Liga, sin ser su mejor partido y sin aparecer apenas, anotó el segundo tanto para el Barça al llevarse el balón a trompicones después de pelear varios rebotes y definir a la perfección con un disparo raso ante Guaita. El delantero polaco llevaba dos semanas sin marcar.

Tras el segundo gol de los hombres de Flick, el Celta no se vino abajo y mantuvo viva la esperanza. De hecho, los celtiñas seguían desperdiciando numerosas ocasiones de gol, y contra un grande debes ser casi 100% efectivo. En apenas dos minutos, primero Alfon y después Hugo Álvarez, volvieron a hacer grande a Iñaki Peña, quien se lució con dos paradones para salvar a su equipo minutos después del tanto de Lewandowski.

El bajón de los culés

El partido estaba bajando de ritmo. El Celta se desesperaba ante su falta de efectividad, y Raphinha tuvo en sus botas el 0-3 en el minuto 75 y su doblete particular tras un pase en profundidad de Dani Olmo, pero su disparo cruzado rebotó en el palo derecho de la portería de Guaita.

Sin embargo, cuando parecía que todo el pescado estaba vendido, llegó la inesperada expulsión de Casadó tras recibir una segunda amarilla en el minuto 81 por un agarrón a Ilaix Moriba, olvidándose el canterano del balón.

La expulsión hizo abrir los ojos al Celta, quien se lo creyó, confió y logró al fin recortar distancias en el 83 con un gol de Alfon tras un tremendo error de Koundé, que se durmió con el balón dentro del área, perdiéndolo ante la presión del jugador celtiña, que batió por bajo a Iñaki Peña con una buena definición.

Balaídos se venía arriba, veía que la remontada era posible. Y como a veces los sueños se hacen realidad, el Celta logró cumplir los suyos empatando el encuentro apenas dos minutos después por medio de Hugo Álvarez, quien recibió un balón de Mingueza, amagó a Fort y se sacó un disparo cruzado para superar a Iñaki Peña y desatar la locura en el estadio.

El Barcelona se diluyó en apenas cinco minutos entre la expulsión de Casadó y los dos goles del conjunto gallego. El conjunto azulgrana no se lo creía. Hasta el ‘Panda’ Borja Iglesias siguió creyendo hasta el final en la victoria y tuvo la oportunidad de anotar el 3-2 tras un remate de tacón que logró atrapar Iñaki Peña. Ya no dio tiempo para más y los catalanes dejaron escapar un triunfo importante en su lucha por la Liga.