El Barça aprieta con las salidas ante la urgencia por Messi

Desde este 1 de julio Leo Messi ya es jugador libre. Inmediatamente se encendieron todas las alarmas en el Barcelona. Las negociaciones, difíciles y lentas para encajar el enorme salario del argentino, han acabado por empujar al futbolista fuera del club. Es así, por primera vez desde el 2000, Messi ya no forma parte del Barça, no es culé en términos oficiales. Su contrato, pese a la predisposición de todas y cada una de las partes, ha sido un crucigrama difícil de resolver para que todos estén contentos y su salario sea tanto amortizable como posible de pagar.

En estos momentos, haga lo que haga el Barça, Leo Messi será considerado según el reglamento de la Liga como un nuevo fichaje. Así, el club debe acoplarse a la normativa de la patronal para poder inscribirle en la competición y esto solo podrán materializarlo si su contrato se ajusta a ese nuevo 25% del ahorro de la entidad blaugrana.

La traducción de esta condición es sencilla: el Barça tiene sobrepasado su límite salarial y el nuevo contrato de Messi –el bruto–, no puede superar el 25% de lo que se ahorre la entidad con sus tijeretazos salariales y las posibles ventas que se den este verano, que serán muchas. El total de todo esto debe ser cuatro veces superior al contrato ofrecido a Messi.

Al Barça le han entrado las prisas con la renovación de Leo Messi por todas las consecuencias que tiene su condición de jugador libre en estos momentos: puede negociar con otro club, no puede ser usado como imagen culé, queda fuera del seguro médico del club durante la disputa de la Copa América con Argentina y está por ver cómo afecta a los contratos publicitarios de las marcas con las que tiene acuerdos la entidad blaugrana.

Prisas con las salidas

El Barça está intentando en estos días acelerar con la amplia lista de jugadores a los que desea dar salida antes de que comience la pretemporada y el stage que planea el cuerpo técnico de Ronald Koeman. Los planes del club para aligerar masa salarial y ganar crédito con ventas pasan por dos opciones: la de renegociar los contratos de parte de las vacas sagradas, con sueldos actualmente prohibitivos; y la de obtener un beneficio por las ventas de varios de sus jugadores o, en último caso, la cesión de algunos de ellos para poder ahorrarse sus respectivas fichas.

Así, hay varios nombres de futbolistas que cuentan con opciones y mercado para salir, unos más inminentes que otros, pero por los que el Barça está tranquilo porque en los próximos días se pueden ir cerrando algunos de ellos, que acercarán un poco más al club hacia la renovación de Leo Messi. Junior Firpo, Miralem Pjanic, Aleñá y Samuel Umtiti están en la rampa de salida.

El lateral diestro es el que tiene más próxima su salida del Barça. El Leeds de Marcelo Bielsa ha hecho una oferta suculenta por Junior y existe ya un preacuerdo por él. Las particularidades del acuerdo se centran en la implicación del Betis, que posee un 20% de un futuro traspaso por el lateral. Acordar cómo se efectuará el pago del conjunto inglés es otro de los escollos que podrían retrasar el acuerdo definitivo. Al Barça le urge la celeridad en este caso.

Más complejo parece lo de Pjanic. El bosnio tiene contrato aún con el Barça y su mercado es amplio en Italia. Han preguntado por el Inter, Milan y la Juventus. Es este último, el cuadro bianconeri, el que más opciones tiene de cazarlo de nuevo. El jugador desea volver y ofrecen dos años de cesión asumiendo la ficha del jugador, que debería perdonar parte de sus emolumentos para firmar. El Tottenham es otro de los clubes interesados por él.

A Aleñá le seduce mucho la opción del Granada. El club nazarí le quiere cedido esta próxima temporada pero para ello tendría que renovar su contrato con el Barça, algo que parece a priori factible para los intereses culés.

La que sí parece una papeleta difícil de resolver es la de Samuel Umtiti. El francés está dispuesto a continuar en el Barça esta próxima temporada pero el club ya le ha dado un no rotundo. La intención del club es forzar la renovación del futbolista a la baja para así poder encontrarle un salida con más facilidad, algo que el jugador sigue sin contemplar un año más. El último extremo sería la rescisión de su contrato, como ya sucedió con Matheus.