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Cambia los silbidos por aplausos

El Atlético encuentra la versión argentina de Rodrigo De Paul

El buen momento de los rojiblancos en general coincide con el buen momento del jugador argentino en particular

Muestra con la rojiblanca el nivel que ha reflejado cada vez que ha competido con la selección

Al Atlético ya le salen las cuentas en la Champions

El Atlético se encontraba imbuido, decepción a decepción, en un callejón del que apenas se intuía salida alguna. Repaso del Benfica, empate de la Real en el tramo final, descalabro ante el Lille y especialmente, antes de la agónica clasificación ante el Vic, el bofetón del Betis. La derrota sonó a hundimiento de un proyecto cuya inversión, millonaria, parecía insuficiente.

Parece que han pasado meses de aquellos sin sabores, pero el calendario apenas le ha restado una hoja más a su calendario. Bien aprovechada por un De Paul que a principios de noviembre compareció en el juicio del Metropolitano durante el partido ante Las Palmas. Salió culpable. La pitada de la grada así lo dictaminó. La afición rojiblanca no perdonó ciertas faltas de intensidad del centrocampista en acciones, a la postre, claves.

Fue suplente antes de cruzar el charco para enfundarse la albiceleste de Argentina, su cobijo futbolístico. De Paul se siente cómodo bajo la tutela de Scaloni, bajo su amparo ha cuajado el tipo de actuaciones que llevaron al Atlético a desembolsar 35 millones de euros hace cuatro temporadas. Con su selección siempre ha fluido el juego en unos pies algo sordos cuando se ataviaba la rojiblanca.

No obstante, aquel encuentro, el mencionado contra Las Palmas, fue la catarsis del futbolista con el Atlético. Sus asistencia a Solorth comenzó a despejarle el camino. Desde entonces, partido a partido, su situación se ha revertido. Especialmente tras los últimos encuentros en los que ha llegado a ser incluso capitán.

Un De Paul goleador y asistente

Vio puerta en la goleada a domicilio al Valladolid, repartió dos asistencias y volvió a golear en la sufrida remontada copera contra el Cacereño y abrió la lata frente al Sevilla. Actuaciones, todas ellas consecutivas, que le hicieron salir aplaudido del último partido ante el Slovan Bratislava. Cambio radical en poco más de un mes.

«El jugador evoluciona diariamente y siempre se puede aprender. El fútbol es del momento. Con el entrenador hablamos un montón, es consecuencia de muchas cosas. Ni antes era el peor ni ahora soy el mejor», aseguró De Paul. Sobre el terreno de juego recupera balones, presiona alto y organiza al resto de sus compañeros. Distribuye en corto y en largo y ha encontrado ese último pase que tanto se le demandaba. El anhelado De Paul de argentina se ha vestido la rojiblanca.

Y fuera del césped es uno de los más queridos en el vestuario y pilar para Simeone. «Tiene absolutamente todo. Lo está demostrando en los últimos partidos en los que no elige escenario. Compite en todos, sea Champions, Liga o Copa, como debe hacerlo y como quiere la gente del Atleti. Él sabe lo que la afición espera de él. Ojalá pueda sostener este nivel porque tiene con qué hacerlo. Esperamos lo mejor de él», declaró el Cholo. El Atlético, que sólo sabe ganar en los últimos diez partidos, ha encontrado la versión argentina de Rodrigo de Paul.