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Remontada y victoria que confirma su nº2 de la ATP (1-6, 6-3, 6-2)

Alcaraz baja a la tierra a Sinner y se mete en la final de Indian Wells

Carlos Alcaraz remontó a Jannik Sinner (1-6, 6-3, 6-2) y se impuso en el duelo de semifinales del Masters 1000 de Indian Wells

Con la victoria, Alcaraz se asegura el número dos del ranking ATP y aparta a Sinner de la lucha

  • Nacho Atanes
  • Redactor de deportes y canterano de OKDIARIO. Desde 2016 cubriendo la información de tenis. También baloncesto, fútbol, ciclismo y otros contenidos.

El duelo de cracks de presente y futuro del tenis mundial cae del lado de la estrella que más brilla, pese a su apagón en los últimos meses. Carlos Alcaraz, con una remontada magistral, basada en una fortaleza mental que no veíamos desde hace tiempo, se deshizo del hasta hoy imbatido Jannik Sinner (1-6, 6-3, 6-2), quien dice adiós al Masters 1000 de Indian Wells y a su racha de 16 victorias consecutivas en 2024. Alcaraz, quién si no, puso fin a este récord, en un encuentro al que entró dormido tras el parón inicial por la lluvia, pero del que despertó cual fiera para remontar y meterse en su segunda final en Indian Wells.

Carlos Alcaraz defenderá el título conquistado en 2023 y demuestra que la pista de Indian Wells es la que mejor se adapta a sus condiciones en todo el circuito. Lo suficientemente lenta para dejarle jugar tácticamente con sus mil y un recursos, pero rápida para que su potencia marque la diferencia, el español, con la inestimable ayuda de Ferrero, recordó, de cabeza, al mejor Rafa Nadal y le dio la vuelta a un 1-6 frente al jugador más en forma del mundo para demostrar que el rey de los jóvenes sigue siendo él.

Las semifinales masculinas del Masters 1000 de Indian Wells se estrenaban con el primero de los duelos, tan esperado y de un nivel como para considerarlo como una final anticipada. En un lado, Carlos Alcaraz, vigente campeón del torneo y en el otro, Jannik Sinner, flamante vencedor del Open de Australia 2024 e imbatido en el año con un extraordinario 16-0. El morbo era total, con el número dos del ranking ATP también en juego, como parte de un duelo generacional, y todo acompañaba para que viéramos desde el inicio un gran partido. Todo, a excepción del tiempo.

La lluvia aturde a Alcaraz y lanza a Sinner

Pasados 14 minutos del inicio y con un escueto marcador de 2-1 para Sinner, sin break, la lluvia hacía acto de presencia en el desierto de Indian Wells, donde de media sólo cae agua del cielo cuatro veces al año y una fue justo en el Alcaraz-Sinner. Los jugadores se marcharon momentáneamente a vestuarios, pero la pausa sería superior a las dos horas, hasta que cielo y pista quedaron acondicionados para el reinicio del espectáculo.

La vuelta de vestuarios no le sentó nada bien a Carlos Alcaraz, que se vio arrasado por un Jannik Sinner que, haciendo gala de su fría mentalidad, fue encadenando puntazo tras puntazo para acribillar al español. Sin remedio, Carlitos no pudo sumar un solo juego hasta ver como el italiano ponía el 6-1 en la primera manga.

Alcaraz comienza su despegue

Por suerte para Alcaraz, todo había sido tan rápido que no le dio tiempo a pensar en el golpe. No reflexionar favoreció, sin duda, al jugador de El Palmar, quien rabioso, se puso manos a la obra para intentar solucionar el problema a base de potencia. Sin embargo, Juan Carlos Ferrero, su Pepito Grillo, apareció a tiempo para aleccionarle. El encuentro se iba a ganar a largo plazo, con más maña que fuerza, y con unos recursos que Sinner no pudiera empatar.

Fue entonces cuando Alcaraz, tras poner su servicio a salvo, comenzó a variar las alturas, a restar de vez en cuando velocidad a la bola, y como consecuencia de todo ello, a ver a un Sinner incómodo al otro lado de la pista. El italiano empezó a meditar y ahí aparecería el vértigo de su decimoséptima victoria consecutiva, con la que hubiera igualado a Pete Sampras y Roger Federer en el récord de inicio de año.

La guinda a una victoria de campeón

Toda la carne estaba en el asador y el hecho de ganar el segundo set espoleó a Alcaraz, quien había visto debilidad en su rival y se lanzó cual depredador a por ella. A Sinner le habían venido las molestias y las dudas y con este cóctel de incertidumbre mediante, su tenis se diluyó como un azucarillo. Los aciertos del italiano se reducían a la vez que los aciertos de Carlos, sobresaliente en todo este tramo, se multiplicaban y se hacían tangibles en forma de doble break en el tercero, dejando casi sentenciada la contienda. Superadas las dos horas de partido, una derecha invertida de Alcaraz dejaba clavado definitivamente a Sinner y cerraba el partido por 1-6, 6-3, 6-2.