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PRIMERA DIVISIÓN / JORNADA 17

El Atlético agudiza su crisis

Empata en Almería tras adelantarse en el marcador en una genialidad de Griezmann

Morata tuvo dos veces el gol de la victoria, pero le cuesta mucho marcar

Koke, Lemar, Nahuel...el equipo tiene muchos jugadores intrascendentes

Simeone acabó protegiendo el empate con la entrada de Felipe por Correa

El Atlético agudiza su crisis y está ya a siete puntos del tercero, la Real Sociedad, después de empatar en Almería en otra tarde que puso en evidencia las grandes carencias de una delantera peleada con el gol. Correa marcó el 0-1 tras una genialidad de Griezmann, Kondogbia evitó con su torpeza el 0-2 de Llorente y el Almería empató en un error de Witsel en la marca. En la segunda parte tuvo dos grandes ocasiones Álvaro Morata, pero se las sacó el meta Fernando. En plena crisis de identidad el equipo afronta el próximo miércoles un partido clave en la Copa en el campo del Levante.

La enorme cantidad de jugadores intrascendentes que acumula el Atlético empieza a ser algo dramático. Lemar casi nunca aporta nada, Koke está en pleno descenso a los infiernos, Nahuel Molina no vale ni una décima parte de lo que pagaron por él, Kondogbia ha caído en picado, Morata necesita una docena de ocasiones para marcar un gol, De Paul vive más en los escenarios que en los terrenos de juego y la mayoría de centrales de Primera mejorarían a Hermoso y Witsel. En este tramo de la temporada sólo Griezmann, Llorente y la ilusión de Pablo Barrios están a la altura del tercer presupuesto de la Liga. El desastre es de proporciones bíblicas.

Un detalle de genio de Griezmann permitió al Atlético romper la monotonía de un partido que estaba aletargado. A los 18 minutos Kondogbia filtró un pase raso desde el medio campo que el francés, con una simple finta, mejoró hasta el punto de dejar a Correa mano a mano con Fernando. El argentino no titubeó esta vez y soltó un disparo raso que superó al portero del Almería. Un golazo no en su ejecución, sino sobre todo en su gestación.

El resultado tranquilizó al Atlético, que por fin pudo sacudir a sus fantasmas y disfrutar de un tramo de partido en el que pareció que todo podía quedar decidido. Pero, claro, nada es seguro ni definitivo para un equipo tan inestable. El 0-2 pudo haber llegado en el minuto 32 en una doble ocasión, primero en un cabezazo de Mario Hermoso que sacó espectacular Fernando, y luego en el rechace que cazó Llorente y cuyo disparo iba dentro de no haber aparecido Kondogbia en fuera de juego para introducir él mismo el balón en la red. El «¿por qué la tocas»? de Simeone atronó en todo el estadio.

Por supuesto el Atlético pagó con sangre sus errores arriba porque el Almería, en la primera que tuvo, no perdonó. A los 37 minutos Robertone centró desde la derecha, el balón sobrepasó a Hermoso y Witsel y El Bilal Touré, al que teóricamente debería haber cubierto Nahuel Molina, cabeceó con potencia por encima de Oblak para establecer el empate y llevar a la máxima indignación a Simeone, que no se lo podía creer. A volver a empezar, aunque habría que esperar a la segunda parte porque la primera acabó con los de Rubi crecidos y soñando con el 2-1. Oblak lo evitó en un disparo lejano de Melero para echar cerrojazo a otros 45 minutos frustrantes para los rojiblancos.

El Cholo no se anduvo con subterfugios y castigó la horrible primera parte de Koke con su sustitución en el descanso. Pablo Barrios se incorporó al partido con el objetivo de permitir a Llorente jugar más arriba. Lemar se acostó definitivamente en la izquierda, Griezmann dio un par de pasos hacia atrás y Correa quedó como referencia. Semejante mejunje necesitó un obligado reposo. El Almería fue el que inició las hostilidades en la segunda mitad con un disparo alto desde fuera del área. Poco después a Embarba le cayó un rechace que no supo convertir. El partido pintaba mal.

Un tirito dócil de Griezmann a los 63 minutos fue la primera aportación rojiblanca a una segunda parte cada vez más perdida. Mientras, con el Almería en pleno crecimiento Rubi se la jugó para ir a por la victoria. Ramazani y Luis Suárez se incorporaron al partido y Simeone respondió con Reguilón y Álvaro Morata, que sustituyeron a Reinildo y a Lemar. La tarde se volvió loca y empezaron a llegar las oportunidades. Morata tuvo dos, pero para no perder la costumbre el portero rival le detuvo sus dos remates, y en la otra área Luis Suárez hizo sufrir a Oblak. El Cholo decidió que no quería correr más riesgos y retiró a Correa para dar entrada a Felipe.

El partido acabó con el Atlético con diez por la autoexpulsión de Reguilón, que vio dos tarjetas en tres minutos dejando a su equipo en inferioridad y abortando en consecuencia sus escasas posibilidades de victoria. El definitivo colofón a un nuevo drama rojiblanca. El miércoles, en Valencia, un nuevo capítulo.