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El truco de los hoteles para acabar con el moho en la ducha sin esfuerzo

El vinagre blanco es un limpiador natural para eliminar el moho de la ducha

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  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

Cuando hablamos de la limpieza en los hoteles, especialmente en los baños, es fácil darse cuenta de lo reucientes que suelen estar. Uno de los elementos que no puede faltar en ningún baño es la ducha, la cual se encuentra en contacto constante con el agua y, por ende, es propensa a acumular moho, suciedad y restos de jabón. Para lograr que la ducha se vea impecable y libre de esos molestos hongos, los hoteles utilizan un truco muy sencillo y efectivo para acabar con el moho: vinagre blanco mezclado con agua.

El vinagre blanco es un producto de limpieza natural, económico y efectivo. Su acidez ayuda a descomponer los residuos de jabón, cal y el moho que se acumula con el tiempo en las superficies de la ducha. El truco consiste en mezclar el vinagre blanco con agua a partes iguales, y a partir de esta preparación, podremos lograr que las paredes, el suelo, las juntas e incluso la grifería de la ducha se vean impecables. A continuación, te contamos cómo hacer esta mezcla y aplicarla correctamente para obtener los mejores resultados.

El truco definitivo para eliminar el moho de la ducha

El primer paso es crear la mezcla de vinagre blanco y agua. Para ello, necesitarás una botella con pulverizador (preferentemente de tamaño grande, para cubrir todas las superficies de la ducha) y, por supuesto, vinagre blanco. La proporción ideal es mezclar una cantidad igual de vinagre blanco y agua, es decir, 50% vinagre y 50% agua. Esta mezcla se diluye para evitar que el vinagre sea demasiado fuerte o pueda dañar ciertas superficies si se aplica de forma concentrada.

Una vez que tengas la mezcla lista, es hora de aplicarla sobre las superficies de la ducha. Para ello, simplemente rocía generosamente sobre las paredes, el suelo, la grifería y las juntas, que son zonas donde el moho se suele acumular con mayor facilidad debido a la humedad constante. Al aplicar la mezcla, el vinagre actúa sobre las esporas de moho, ayudando a descomponerlas y a prevenir que se sigan desarrollando.

Después de aplicar la mezcla, es necesario dejar que repose durante unos 15 minutos para que el vinagre penetre en las superficies y actúe sobre el moho y la suciedad. Durante este tiempo, el vinagre ayudará a descomponer las manchas de moho y jabón, lo que facilitará su eliminación.

Una vez que el vinagre ha reposado y ha tenido tiempo para actuar, es hora de frotar. Para ello, utiliza una esponja o un cepillo de cerdas suaves para limpiar las superficies. Es importante que el cepillo o la esponja no sean demasiado abrasivos, ya que esto podría dañar las superficies de la ducha, como el azulejo o la grifería. Al frotar, presta especial atención a las juntas, que suelen ser las zonas más difíciles de limpiar, ya que es donde se acumula más humedad y moho. También puedes frotar la grifería y las paredes para eliminar cualquier resto de cal o suciedad.

Una vez que hayas frotado bien las superficies y eliminado el moho y la suciedad, es el momento de enjuagar. Para esto, abre la ducha y usa agua caliente para disolver cualquier resto de la mezcla y asegurar que las superficies queden bien limpias.

Para finalizar, seca las superficies con un paño de microfibra. Estos paños son ideales para limpiar y secar superficies sin dejar pelusa ni marcas de agua. Al secar bien las superficies de la ducha, evitarás que se formen manchas de agua, que suelen ser especialmente visibles en las mamparas de cristal o los azulejos.

Consejos prácticos

El truco del vinagre blanco y agua es eficaz para eliminar el moho de la ducha, pero existen otros métodos útiles para mantenerla limpia durante más tiempo. Uno de los consejos clave es limpiar la ducha al menos una vez a la semana, para evitar que la suciedad y el moho se acumulen. Esto facilita la limpieza y reduce la necesidad de productos de limpieza fuertes.

Otro truco es usar un limpiador a vapor, que penetra en las superficies y descompone el moho y la suciedad sin químicos, además de desinfectar las áreas difíciles de alcanzar, como las juntas de los azulejos. Mantener una buena ventilación también es crucial, ya que la humedad es una de las principales causas del moho. Abre la ventana o utiliza un extractor de aire después de ducharte para reducir la humedad.

Si tienes una mampara de cristal en la ducha, límpiala después de cada uso para evitar manchas de cal y residuos de jabón. Estos trucos, junto con el vinagre blanco, ayudan a mantener la ducha siempre limpia y fresca. Siguiendo una buena rutina de limpieza y poniendo en práctica estos métodos caseros, podrás mantener tu ducha siempre limpia, fresca y libre de moho sin tener que dedicarle demasiado tiempo o esfuerzo.