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Soy padre de 4 hijos y esto es lo que hago todos los domingos: «Imprescindible para la…»

  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

Para muchas personas, los domingos representan un día de descanso y desconexión. Sin embargo, en hogares con varios hijos, este día se dedica a organizar y limpiar la casa, ya que durante el resto de la semana no hay tiempo para hacerlo. La planificación y la cooperación entre todos los miembros del hogar es clave, tal y como ejemplifica Javier Soria, padre de cuatro hijos, que implementa cada domingo una rutina que combina trabajo en equipo, división de tareas y atención a los detalles, demostrando que mantener un hogar limpio y ordenado es posible.

La coordinación entre los miembros adultos de la familia resulta fundamental para que la rutina de limpieza de los domingos se lleve a cabo sin contratiempos. Javier Soria destaca la importancia de dividir las tareas con su pareja; mientras uno de los adultos se encarga de las tareas que requieren más esfuerzo físico durante la mañana, el otro puede enfocarse en labores que demanden tiempo y atención al detalle durante la noche.

Rutina de limpieza los domingos

Uno de los pasos más importantes de la rutina dominical en hogares con niños es el cambio de sábanas. Javier Soria considera este acto «imprescindible para la higiene», ya que proporciona una sensación inmediata de frescura y limpieza en toda la casa. La frecuencia del cambio de sábanas varía según la estación del año. En invierno, se suele hacer una vez por semana, mientras que en verano lo ideal es cambiarlas dos veces a la semana.

Después cambiar las sábanas, la rutina se centra en ordenar la ropa para reducir el estrés que puede generar el desorden visual. En hogares con varios niños, esta tarea es esencial. Organizar la ropa en cajones, doblarla correctamente y asignarle un lugar específico facilita la vida cotidiana y optimiza el tiempo de todos los miembros de la familia.

El salón, y concretamente el sofá, es otro punto crítico en la limpieza del hogar. Al ser un lugar de convivencia, juegos y descanso, su mantenimiento es muy importante. Además pulverizar ligeramente las fundas del sofá, las sábanas y, en algunos casos, las cortinas, genera un ambiente agradable y acogedor.

La limpieza del suelo constituye otra parte esencial de la rutina de los domingos. Aspirar y fregar los pisos para eliminar el polvo, los restos de comida y otros elementos que los niños suelen esparcir durante sus actividades es crucial tanto por estética como por higiene. Un suelo libre de polvo y suciedad contribuye a reducir alergias, bacterias y otros contaminantes, proporcionando un entorno más seguro y saludable para los niños y adultos de la casa.

Finalmente, limpiar el polvo en muebles, rodapiés y superficies es una tarea que se realiza principalmente por la noche, cuando los niños están dormidos y  la casa se encuentra en silencio. Este momento permite concentrarse en los detalles y garantizar que cada rincón quede limpio. Se puede utilizar una mezcla de agua y jabón neutro para una limpieza en profundidad.

Javier explica que «con mi mujer somos un equipo, así que todo lo hacemos entre los dos» y que «dividirnos las cosas de casa entre mañana y noche es algo que nos ayuda mucho porque con los peques a veces se hace complicado», lo que permite que «puedes hacer todo mucho más tranquilo y sin agobios». Sobre las sábanas, menciona que las cambia «de los peques y de toda la casa» porque son «imprescindible para la higiene» y que «el olor y la frescura que desprende una sábana limpia es algo increíble»; además, señala que «en invierno las cambio una vez por semana y en verano puedo llegar a cambiarlas hasta dos. es algo que no puedo evitar» y que «si el cuerpo ya desprende olores durante todo el año, imaginaros en verano».

En cuanto al orden de la ropa, comenta que «luego subo a la habitación principal para ordenar alguna ropa» y que «no me gusta dejar las cosas por medio, me gusta que todo esté bien ordenado, sin ruido visual». Sobre el sofá, indica que «cojo las fundas del sofá para cambiarlas» porque «es algo que no puede faltar nunca también», y que al ponerlas «por todos lados del sofá, por todas las esquinas, que quede totalmente liso y bien adaptado» logra que «al final, con el tiempo, acabas cogiendo práctica y te queda perfecto»; además, detalla que «luego le acabo de poner sus cojines» y que «pulverizo el ambientador casero por todas las fundas y también en las sábanas de las camas. es algo que podéis usar incluso en las cortinas».

Sobre la ropa de los niños, señala que «organizo la ropa de los peques en sus cajoncitos, bien doblado y bien guardado» y que «al final, tener las cosas bien guardadas, bien dobladas en cada sitio, eso es algo imprescindible para encontrar cada cosa», de manera que «de esa manera lo encuentras toda la primera».