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¿En qué consiste el síndrome de Rapunzel?

No tiene nada que ver con los cuentos de hadas

La tricofagia, también llamada síndrome de Rapunzel, es un trastorno psicológico compulsivo que lleva a las personas a ingerir sus propios cabellos, sin que puedan evitarlo.

Esta es una condición derivada de la tricotilomanía, el trastorno que consiste en la necesidad que siente la persona de retorcer el cabello hasta que se cae.

Estos dos trastornos llevan a la persona a arrancar, morder y comer sus cabellos y, en ocasiones, a ingerir cabellos ajenos. Esto puede derivar en una bola de pelos llamada tricobezoar que puede causar molestias gastrointestinales y, en casos graves, llegar a obstruir el tracto intestinal.

Síntomas habituales del síndrome de Rapunzel

Las personas que padecen este trastorno tienen un comportamiento compulsivo que les lleva a tocarse el cabello con los labios, saborearlo y ocasionalmente llegar a masticarlo.

Estos pacientes desarrollan con el tiempo una especie de ritual que implica arrancarse cabellos, tocar el bulbo de la raíz con la boca y ocasionalmente ingerirlo. El comportamiento también puede incluir el pelo de sus cejas y de sus pestañas. Pero en algunos casos, las personas también llegan a comerse el pelo de los demás.

Como hemos comentado, este trastorno psiquiátrico es considerado un trastorno compulsivo relacionado estrechamente con la tricotilomanía, que es la pérdida de cabello a causa de retorcerlo o tirar de él.

Las causas del síndrome de Rapunzel aún no están del todo claras, pero los casos existentes, estimados en un 4% de la población de los Estados Unidos, se relacionan con problemas de depresión, ansiedad y baja autoestima.

La gravedad que implica este nocivo hábito es en ocasiones sorprendente, como el caso publicado en la revista científica BMJ, donde se informaba de una mujer norteamericana que tuvo que someterse a cirugía para que pudieran extraer de su intestino una enorme bola de pelos.

La paciente de 38 años, que había perdido unos 7 kilos en 8 meses, se presentó en el hospital con síntomas de náuseas, vómitos y estreñimiento.

Los médicos realizaron varios exámenes hasta que encontraron una grave oclusión intestinal y decidieron abrir su abdomen para extirparla, encontrando una bola formada por pelos del tamaño de un melón pequeño.

La gravedad del síndrome de Rapunzel tiene sus causas en la incapacidad del tracto intestinal de digerir el principal componente del cabello, la queratina. De esta forma el cabello se va acumulando y formando una bola que comienza a causar molestias en el paciente y es necesario extirpar de inmediato.