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El sencillo truco para saber si los plátanos que comes vienen de Canarias o de Latinoamérica

Plátanos de Canarias
Janire Manzanas
  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

El plátano de Canarias es un producto con una gran tradición y prestigio, tanto dentro como fuera del archipiélago. Reconocido como el primer plátano en el mundo que cuenta con una Indicación Geográfica Protegida (IGP), esta fruta goza de un sello de calidad que certifica su origen, sabor y características únicas. Aunque a simple vista puedan parecer similar a otras variedades de plátano o banana que encontramos en el supermercado, los plátanos de Canarias tienen particularidades que lo distinguen claramente.

Conocer las diferencias entre el plátano de Canarias y otras frutas similares es importante para no confundirlas y para valorar mejor las propiedades y el origen de cada una. Desde su textura y sabor hasta sus valores nutricionales y su apariencia, tiene una serie de características que merece la pena conocer. Además, aprender a reconocer las etiquetas y los sellos oficiales en el punto de venta es fundamental para asegurarnos de que estamos adquiriendo el verdadero plátano canario, un alimento que forma parte esencial de la cultura gastronómica de las islas y que hoy se exporta a muchos países.

¿Qué hace únicos a los plátanos de Canarias?

Las islas Canarias cuentan con una larga tradición en el cultivo del plátano, que comenzó hace más de cinco iglos. Los primeros plataneros llegaron al archipiélago desde el sudeste asiático a comienzos del siglo XVI, introducidos por los colonizadores españoles. Poco a poco, el cultivo fue ganando terreno y se convirtió en un alimento básico para la población local. Durante siglos, el plátano se destinó principalmente al consumo interno en las islas, pero en el siglo XIX comenzó su exportación, especialmente hacia Inglaterra, gracias a los marinos británicos que visitaban el archipiélago.

Hoy en día, la producción de plátanos en Canarias se reparte entre varias islas como Tenerife, Gran Canaria, La Palma, La Gomera, El Hierro y Lanzarote. La cantidad anual que se produce es muy significativa, con millones de kilogramos destinados no sólo al mercado local sino también a la exportación internacional. Esta amplia producción hace que el plátano de Canarias sea uno de los productos estrella de la región, reconocido por su calidad y sabor excepcionales.

Diferencias entre plátano y banana

Aunque muchas personas tienden a usar los términos plátano y banana como sinónimos, en realidad, hay diferencias claras entre ambos, aunque pertenezcan a la misma familia botánica de las musáceas. El plátano de Canarias no es una banana común, y la confusión surge principalmente porque visualmente se parecen y ambas frutas son dulces y nutritivas.

Una de las principales diferencias radica en su sabor y textura. El plátano de Canarias tiende a ser más dulce y jugoso, con una textura más suave pero firme al mismo tiempo. Esto se debe a su composición interna, que incluye una mayor cantidad de azúcares simples como la sacarosa, glucosa y fructosa. Por otro lado, la banana tiene un sabor menos dulce y una textura más seca y firme.

En cuanto a su forma física, el plátano suele ser más pequeño, más curvado y tiene una piel más amarilla con manchas negras características que indican el grado de maduración. La banana, en cambio, es más grande, con una forma más recta y piel más uniforme y menos moteada.

Cómo identificarlo en el supermercado

Lo que realmente distingue al plátano de Canarias no solo es su sabor, sino también su origen y el método de cultivo. La Denominación de Origen Protegida (IGP) certifica que el plátano ha sido cultivado en condiciones muy específicas, bajo normas estrictas de calidad y con técnicas respetuosas con el medio ambiente.

El clima subtropical de las islas, con temperaturas moderadas y humedad adecuada, junto con los suelos volcánicos ricos en nutrientes, proporcionan un entorno ideal para el cultivo de esta fruta. Este entorno natural no solo influye en la calidad y sabor del plátano, sino que también garantiza una fruta con un perfil nutritivo muy equilibrado.

Si te preguntas cómo reconocer el verdadero plátano de Canarias cuando vas a comprar, la respuesta está en los detalles que acompañan al producto. En primer lugar, todos los envases, cajas o bolsas donde se comercialice el plátano deben llevar el sello oficial de Plátano de Canarias con la Indicación Geográfica Protegida (IGP).

Este distintivo es un logo visible y obligatorio que certifica su autenticidad. También se debe observar que el plátano esté separado y claramente etiquetado en los lineales, normalmente acompañado de carteles o señalización que especifican su origen y calidad. No se debe confundir con bananas u otros plátanos importados que no llevan este sello.

El plátano de Canarias no es simplemente una fruta, es también un símbolo cultural para los canarios. Forma parte de su identidad y de su historia, y está presente en muchas festividades y platos típicos de la región. Su producción y exportación han puesto a las islas en el mapa mundial como referentes en la agricultura de calidad.

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