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¿Por qué la leche es blanca?

  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

La leche de vaca es una de las bebidas más consumidas de todo el mundo. En 2021, la India fue el país que más leche de vaca consumió (83 millones de toneladas), seguido del conjunto de la Unión Europea (23,9 millones de toneladas) y Estados Unidos (21 millones de toneladas). Todos nos hemos preguntado alguna vez por qué la leche es blanca, y hay una explicación para esto.

Por increíble que parezca, la leche de vaca contiene más de 100 sustancias, como la caseína, la grasa, la lactosa o las vitaminas solubles. El color blanco se debe a que las micelas de la caseína, que representa el 80% de la proteína láctea, refleja la luz.

Aunque las vacas consumen pasto verde, cuanto entra en su sistema digestivo, las micelas de la caseína reflejan la luz y las enzimas desnaturalizan las sustancias de los cloroplastos. Esta es la explicación de por qué la leche es blanca.

¿Existe la leche amarilla?

La leche amarilla es un tipo de leche bautizada como calostro. Se trata de la primera leche de la madre, y es esencial para que los terneros tengan un sistema inmunológico fuerte. Tal y como explican los veterinarios, actúa de forma muy similar a una vacuna, y el color amarillo se debe a su alto contenido en betacarotenos.

En ocasiones, la leche de vaca también puede ser amarilla por alguna infección bacteriana o por una alimentación rica en carotenos, que están presentes en calabazas y zanahorias.

Diferentes tipos de leche

Existen tres tipos de leche distintos en el mercado en función de su nivel de grasa, el cual está establecido a nivel legal:

Como resulta lógico, la diferencia en el porcentaje de grasa influye de manera directa en el número de calorías: la entera tiene 66 kilocalorías por cada 100 gramos, la semidesnatada 45 kilocalorías y la desnatada 35 kilocalorías.

Ahora bien, los tres tipos de leche son muy saludables y tienen un gran valor nutricional. Aportan minerales, proteínas y vitaminas. Es cierto que en la leche desnatada se pierden algunas vitaminas al retirar parte de la grasa, pero se suele enriquecer con ellas.

Y, por último, cabe señalar que la grasa ayuda a absorber el calcio. Por lo tanto, las personas que quieran fortalecer los huesos, deben tomar leche entera.