Curiosidades
Según un estudio de la Universidad Autónoma Metropolitana de México

Los perros son los mejores detectores de la felicidad humana

Los perros siembre se han definido como el mejor amigo del hombre, y no es para menos. El respeto y el cariño que pueden llegar a mostrar estos animales por los seres humanos no puede calcularse, pero es que además son capaces de alegrarte el peor de tus días. Hablamos de unos animales con un instinto realmente increíble que, entre otras cosas, les sirve para identificar las emociones de las personas. Al menos así lo aseguran desde un estudio de la Universidad Autónoma Metropolitana (México) donde han descubierto que son uno de los mejores detectores de felicidad en los humanos. Te lo contamos.

Detector perruno

Compartir y detectar felicidad

Seguro que alguna vez te has preguntado que pasará por la cabeza de tu mejor amigo canino. Pues bien, un grupo de investigadores de la Universidad Autónoma Metropolitana de México ha conseguido dar con la respuesta. El instinto intrínseco de estos animales les permite captar las sensaciones humanas con una precisión milimétrica, sobre todo la felicidad. Para demostrar sus hipótesis, los investigadores han realizado una resonancia magnética con la finalidad de escanear el cerebro de cuatro perros de la raza Border Collie.

El experimento consistía en inducir a los perros a numerosas expresiones faciales de personas desconocidas a sus ojos. Unas sensaciones en las que se irradiaba felicidad, tristeza, enfado y miedo. Los resultados fueron impresionantes, ya investigadores pudieron identificar cuales eran las partes del cerebro que se activaban con cada una de las imágenes que iban apareciendo. De esta forma pudieron identificar el patrón cerebral que utilizaba el perro en cada una de las situaciones.

Un sistema con el que se quiere avanzar para entender mejor a las mascotas

Los perros detectan la felicidad

Entre la sensaciones sugeridas, llamó la atención de los científicos la enorme capacidad de los perros para captar la felicidad. Una imagen que provocó en los animales una enorme actividad cerebral en la región del lóbulo temporal, una zona que se encarga de procesar la información visual más compleja. Cabe destacar que aún queda mucho por recorrer en esta novedosa investigación, sin embargo, los datos recogidos hasta ahora quedarán almacenados para la futura construcción de un dispositivo que nos ayude a entender mejor el pensamiento de nuestra mascota.